El intérprete de Huicho Domínguez estará por primera vez en Santa Cruz este fin de semana. Habla del cáncer, del proceso para superar su adicción al alcohol y de la crisis financiera que atravesó hace poco

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14 de mayo de 2018, 2:58 AM
14 de mayo de 2018, 2:58 AM

Hace 23 años Carlos Bonavides (77) conquistaba a la audiencia de la novela mexicana El premio mayor con su personaje Huicho Domínguez. 

El actor estará en Santa Cruz este viernes como parte del Festival Internacional del Humor, que se realizará en el coliseo Don Bosco, desde las 20:30.

Bonavides fue operado de emergencias en febrero de un tumor en el riñón, que luego de los análisis correspondientes el resultado indicó que padecía de cáncer.

En un contacto escrito con Escenas de EL DEBER, el artista abrió su corazón y no se abstuvo de contestar algunas interrogantes sobre el sinuoso camino que ha atravesado en estas dos últimas décadas. 

¿Cómo se encuentra de salud? 
Estoy en proceso de recuperación. Las observaciones médicas son constantes. Deseo sanarme en su totalidad muy pronto. Ya no están los puñales que me clavaban en el riñón, vamos evolucionando bien y estoy estable. 

¿Qué significó El premio mayor y Salud, dinero y amor para su carrera profesional?
El inicio de una carrera exitosa y la apertura para estar rodeado de grandes productores, artistas y, sobre todo, conocer gente de toda Latinoamérica. Fue la época de oro en mi vida, representa lo mejor que me ha pasado, entre series, novelas y show de humor. Fue el núcleo de mi felicidad, al explicarlo a profundidad se me atascan las palabras. No vivo del pasado, pero si tuviese la oportunidad de pedir un deseo, volvería a esa hermosa época. 

Adoptó el personaje de Huicho Domínguez como si fuera usted. ¿Considera que esto quizás lo ha encasillado en ese tipo de personajes?
Efectivamente estoy empañado de aquel personaje tan natural, así como si fuese Don Ramón, pues soy yo y no tengo otro estilo. La gente no ve a Carlos Bonavides, sino a Huicho. Soy un personaje sin filtros, mi yo es él y me encanta.

En 2011 Emilio Larrosa, productor de la novela El premio mayor, le quitó la posibilidad de seguir trabajando con el nombre de su personaje. ¿Cómo hizo para poder continuar? 
Es un personaje natural, no tengo otra forma o estilo. Soy el mismo en la vida real y mis seguidores me ven como Huicho, no es un problema para mí y ellos deben aceptarlo, no puedo cambiar.

¿Qué fue Televisa y El canal de las estrellas para usted?
Fueron mi hogar y estoy agradecido con ellos.

En 2017 tuvo algunos problemas con su visa a EEUU. ¿Ya pudo resolverlos? ¿Qué significa para un artista no poder ingresar a ese país?
Me sentí como un criminal. Yo simplemente asistiría a la fiesta de un grandioso amigo en Houston. Iba a brindar un show gratuito y alguien, que no conocemos, hizo publicidad como si fuese un evento público y así fue que nos negaron la visa. 
Nosotros explicamos (a las autoridades de ese país) que teníamos los contactos de la persona que nos invitó y que no cobraríamos por el espectáculo y, sin dudarlo, nos negaron y ya. Estamos a la espera de algún evento u otra invitación de amistad para estar allá y hacer lo que más amamos, actuar, y que sepan bien que nuestro trabajo es honesto. 

De la carpa al Óscar es una obra suya. ¿De qué se trata y ha pensado en salir de gira con este espectáculo?
Es un monólogo en el que represento el sueño de todo actor mexicano: llegar a la entrega de los Premios Óscar. Por ahora es un proyecto que deseo realizarlo y si los años me ayudan llegaré a tenerlo. El doctor me dijo que era un milagro viviente, porque si el tumor hubiera hecho metástasis, moría.

¿Qué otros proyectos tiene para este 2018?
Necesito ejecutar mis sueños a la brevedad posible, pero antes le pido a  Dios que me regale muchos años más de vida para continuar con la actuación, con mi familia y con los seguidores que aún me apoyan. 

Usted reconoce públicamente que tuvo problemas con la adicción al alcohol. ¿Cómo ha sido este proceso para dejarlo? ¿Qué perdió en su vida por este problema? 
Siento que la vida es un ascensor y es uno el que decide si sube o baja. Estar rodeado de famosas y lindas mujeres hicieron de mi vida una semejanza con la novela. Desperdicié mucho dinero, perdí amistades y me alejé de la familia, pero todo esto me sirvió para poner los pies en el suelo y continuar con mi vida de lo más natural y sin excesos.Todos merecemos una oportunidad. Debemos ser justos y controlados para seguir con lo mejor que uno debe dar.   

En estos últimos años han aparecido una gran cantidad de humoristas que utilizan las redes sociales o plataformas digitales para llegar a su público. ¿Cómo le va a usted en este tema?
Nosotros, los inmigrantes digitales, vivimos a la antigua, pero estamos conscientes de que la tecnología es un medio para interactuar más de cerca con el público. El uso de redes sociales nos ayuda con la difusión de nuestros proyectos y es necesaria su utilización.   

Se lo ha visto involucrado en temas políticos en México. ¿Usted considera que los artistas deben usar su voz en este tipo de temas o tienen que mantenerse al margen?
Los seres humanos somos políticos por naturaleza. Un artista debe tener una consigna fuerte y también debe expresar lo que siente. Debemos ser críticos de la coyuntura y de los sucesos trascendentales.  

En medios mexicanos señalaron que usted estaba en quiebra. ¿Cómo ha salido adelante de esta situación?
Admito que no me estuvo yendo bien. La depresión cuando se apega a ti es una oscuridad que te absorbe, te hace perder y no encuentras la salida, hasta que la gente que te ama te aconseja y te describe lo 
que eras y lo que serás. Hoy en día vamos caminado nuevamente y con ganas de seguir creciendo. 

¿Qué verá el público cruceño en su espectáculo?
Verá un monólogo de 30 minutos con las mejores anécdotas de la cotidianidad social. Mi  gente hermosa  verá al personaje que amó y ama desde aquella vez que inició El premio mayor, será increíble.