La Bienal de Arte Siart llega con Los orígenes de la noche
La mayor muestra de arte del país abre sus puertas mañana. Estará vigente por un mes en las salas del CCP, con la exhibición de diversas propuestas de 28 artistas
Desde mañana y durante un mes, hasta el 23 de febrero, la décima versión de la Bienal Internacional de Arte Siart Bolivia, que lleva el nombre Los orígenes de la noche, abre sus puertas como el espacio de mayor aporte a la creación y reflexión del arte contemporáneo del país.
Andrea Hinojosa, curadora del Centro de la Cultura Plurinacional, explicó que la muestra itinerante, que ya se presentó en La Paz, con obras de 28 artistas nacionales e internacionales, llega a Santa Cruz como resultado de una gestión conjunta entre los organizadores, el Museo Nacional de Arte (MNA), y la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, a través del CCP.
Agrega que en su décima versión, Paraguay es el país invitado, pero también hay más de una veintena de obras de artistas de Bolivia, de Brasil, de España y de Chile, en todas las categorías del arte contemporáneo.
En criterio de Andrea Hinojosa, la bienal internacional considera que esta lógica de aprender la realidad no solo habita en la experiencia artística, sino también en los distintos mitos creacionistas del mundo indígena. Es por eso que en esta décima versión, el trabajo curatorial y las distintas obras expuestas, ‘dialogan’ con estos conocimientos ancestrales.
Artistas invitados
La diversidad es una de las características de esta muestra que visita nuestra ciudad y que recorrerá distintas técnicas y formatos que van desde videos, pintura, fotografías y esculturas hasta objetos artísticos, laboratorios textiles e instalaciones artísticas.
Entre los artistas más reconocidos que participan de la Bienal de Arte Hinojosa menciona a Francis Naranjo, de España; Aruma, Erika Ewel, Alejandra Alarcón, José Ballivián y Liliana Zapata, de Bolivia.
La décima versión del Siart propone un desplazamiento, y una reflexión sobre el hecho de que el mundo no puede ser entendido desde un solo lugar.
“Un desplazamiento que implica desandar lo andado y desaprender para volver a nombrar las cosas”. Esta reflexión propone al arte contemporáneo como un agente que conecta y articula los diversos lugares y tiempos que conforman nuestra visión de la realidad.
