La nación clandestina continúa hoy con la sesión homenaje de Cinéclubcito, Ukamau 50/30. El filme representa a una generación que iba en busca de ideales y que encontró durante su realización su propio lenguaje y narrativa cinematográficos

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22 de mayo de 2019, 4:00 AM
22 de mayo de 2019, 4:00 AM

“No se puede entender el cine boliviano sin la figura de Jorge Sanjinés. Y más, no se puede entender un momento fundamental del cine latinoamericano sin Jorge”, sentenció Carlos Mesa, historiador y cineasta, al referirse al trabajo cinematográfico del director de La nación clandestina. El filme, que cumple 30 años en octubre, se proyectará hoy en cinco ciudades del país, en una sesión homenaje denominada Ukamau 50/30, que organiza el Cinéclubcito, con el apoyo de la Fundación Grupo Ukamau.

El homenaje empezó ayer con la presentación de Yawar Mallku y seguirá hoy con La nación clandestina, considerada la obra ícono del cineasta. Además de Santa Cruz, el filme se verá de manera simultánea, desde las 19:30, en La Paz, Sucre, Tarija y Cochabamba. El lugar para asistir en la capital cruceña es la Galería Kiosko, en la calle Arenales N.º 315.

Mesa indicó que es imposible quedarse con solo un título de Sanjinés, pues fue parte del Nuevo Cine Latinoamericano en una época que tuvo que ver con un compromiso político y social. Ahí ubicó a las que consideró películas fundamentales y fundacionales, como Yawar Mallku y El coraje del pueblo.

“Por muchos años pensé que la mejor película de Jorge era Yawar Mallku, un filme muy fuerte, pero me rindo ante la evidencia de que si hay una película que representa la obra de Sanjinés de manera extraordinaria, es esta”, valoró Mesa.

Diego Mondaca, cofundador y programador del Cinéclubcito, indicó que este es un justo y necesario homenaje a una de las figuras más grandes del cine. “Su obra, junto al Grupo Ukamau, se caracteriza por una angustia constante por entender y participar, desde el cine, con su país. Entender al boliviano dentro de un país diverso y multicultural. Es parte de nuestra memoria colectiva como bolivianos, entonces revisarla es necesario y urgente”, aseveró.

Detrás y en el filme

Para Jorge Sanjinés, como fundador del Grupo Ukamau, el filme que se proyectará hoy es uno de sus trabajos más importantes. “La película resume la búsqueda de una nueva narrativa cinematográfica”, aseguró.

A ello agregó que, en el momento de su realización, de 1986 a 1989, había una juventud luchando por ideales utópicos, que parecían imposibles pero merecían el riesgo al que ellos se enfrentaban. “Era una etapa de construcción de ideales, de expresar la cosmovisión de la cultura boliviana”, relató.

Esos aspectos fueron coincidentes con la opinión de César Pérez, que se encargó de la fotografía en la producción de la cinta. Añadió que la muerte de Beatriz Palacios, productora del filme, dejó al equipo mermado y por eso hasta ahora para el grupo Ukamau no ha sido posible superar lo hecho en La nación clandestina.

“Quizás por eso no encontramos, nuevamente, las condiciones que podrían permitirnos alcanzar, o por lo menos igualar, el trabajo que hicimos con esta película. También, nos reunimos en un tiempo muy complicado desde el punto de vista ideológico y político. En 1985 y 1986 teníamos dificultades económicas, de factibilidad productiva y especialmente políticas. Todavía estaban abiertas muchas heridas y había muchas voluntades opuestas a nosotros”, resumió Pérez.

Como protagonista de la historia, Reynaldo Yujra Quispe encarnó el papel de Sebastián Mamani. Ese fue el inicio de su carrera dentro del cine, pues con él Sanjinés inició la utilización de la actuación natural y despertó en el actor, el interés que lo llevaría a dedicarse a esa actividad.

Para Yujra, estar en esa producción fue determinante. Para él lo importante fue el guion desarrollado por el director, que reflejó en los años 80 la impostura de una generación a obligar a otros a enajenarse y adoptar una identidad cultural diferente.

“Sucedía en las ciudades, en las universidades y hasta en el cuartel. Esa fue la razón por la que decidí interpretar a Sebastián. Para dar un mensaje a la sociedad boliviana sobre nuestra identidad cultural”, remarcó el actor.

Sinopsis

La nación clandestina, como la resumió Mesa, es la metáfora del baile y la vida en las comunidades, donde ningún pecado es expiado sin sacrificio. En la trama, Sebastián Mamani regresa a su pueblo aimara para ofrecer, en favor de otros, un baile de muerte.