La plazuela, que está en remodelación, estrenará sus dos obras en septiembre. Carlos Paz fue el ganador de la convocatoria, mientras que Guido Bravo restaurará su trabajo

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13 de agosto de 2019, 4:00 AM
13 de agosto de 2019, 4:00 AM

“Yo soy el hombre de la selva, perfume, cántico y amor, pero encendido de relámpagos, pero rugiendo de huracanes. Yo soy un río de pie”, con este verso, del poema Canto al hombre de la selva, de Raúl Otero Reiche, se inspiró el artista Carlos Paz para presentar su propuesta a la convocatoria Centro poético de América del Sur, organizado por el municipio cruceño.

La instalación, que se situará en la plazuela Calleja, recibió un financiamiento de Bs 20.000 para su elaboración y tiene un plazo de 30 días para su ejecución, informó la directora de la Dirección de Cultura, María René Canelas.

El artista explicó que el propósito de la escultura es conjugar lo monumental con la fluidez del agua, crear un ícono referencial de la poesía, una reinterpretación del caudal de energía que tiene esta ciudad.

“El material elegido son planchas de acero de 5 mm con la idea de que la obra perdure en el tiempo y no desaparezca. Estará cementada con la zapata de hormigón armado. Se pondrá luz para que se aprecie en la noche”, explicó el autor de esta nueva instalación.

Mauricio Ruck, de la Secretaría de Parques y Jardines, informó que la plazuela se inaugurará en los primeros días de septiembre. “Tenemos un avance del 75% de la obra y está dentro del cronograma de inauguraciones que el municipio realizará en las fechas festivas de la ciudad”.

Seguirá con la cruz

“Se vio la necesidad de poner en valor dos hitos importantes, uno de ellos era la cruz, que siempre estaba en el lugar y que es el símbolo de fe y de la fiesta religiosa anual que congrega a los vecinos. Si bien hubo propuestas importantes, ninguna alcanzó a la que ya estaba, pero que fue retirada por las condiciones en las que se encontraba”, explicó María Betty Boland, responsable de Patrimonio Cultural de la Dirección de Cultura.

Bajo esta premisa es que el jurado sugirió que la pieza, diseñada y elaborada hace dos décadas por Guido Bravo, sea restaurada. “Se preguntó a todos los vecinos y se decidió que vuelva”, comentó Luis Néstor Castedo, vecino de la zona. Por su parte, Bravo indicó que se buscará la manera de restaurarla de inmediato, tratándola de mejorar y darle mayor altura.