Es profesor. Durante sus vacaciones se monta en su bicicleta para visitar países. Ya ha recorrido 20.000 kilómetros en los últimos diez años. El pasado fin de semana estuvo en San Javier y quedó encantado

El Deber logo
10 de agosto de 2019, 4:00 AM
10 de agosto de 2019, 4:00 AM

Un verdadero trotamundos, así se puede definir al ciudadano alemán Matthias Schoele (57), que gusta de viajar por diversos países del mundo aprovechando sus vacaciones, pero lo más peculiar de ello es que cuando llega a un destino elegido, recorre el interior del país en una bicicleta.

El anterior fin de semana, Matthias arribó a San Javier montado en su bicicleta y fue recibido por Carlos Justiniano, quien fungió como anfitrión y lo tuvo como huésped en su hotel San Xavier Quinta Eco Resort. Matthias es docente, dicta clases de Matemáticas, Física y Astronomía en su país y desde hace 20 años decidió aprovechar sus vacaciones para viajar y conocer diversos países del mundo.

Una bicicleta y una carpa son sus compañeras de aventura. Escuchar, ver y sentir son las motivaciones para recorrer en bicicleta los lugares a los que ha llegado; dice que viajar lentamente le permite escuchar el canto de las aves, apreciar la naturaleza en su conjunto y sentir el aire y calor que no se perciben al viajar en bus.

Indica que ha recorrido unos 20.000 kilómetros en los últimos diez años. Primero fueron los países europeos y otros continentes llegando ahora a Bolivia.

Desde muy joven es fanático de los crucigramas y en las imágenes le llamó mucho la atención el lago Titicaca al que se propuso conocer. Llegó a Bolivia con la intención de hacer realidad su anhelo, pero el mal tiempo hizo posponer su viaje a La Paz.

Decidió iniciar su travesía aventurera por Santa Cruz, estuvo en Bermejo, luego Samaipata, El Fuerte, Parque Amboró, de ahí continuó su recorrido llegando a Mataral, Saipina y La Palizada. En este último lugar cambió su itinerario pues en vez de seguir a Cochabamba para luego ir a La Paz, tomó la ruta hacia Sucre en busca de una amiga boliviana que conoció hace unos 20 años, cuando ella llegó a Alemania para estudiar.

En Sucre visitó varios museos, el pueblo de Tarabuco, luego estuvo en Potosí, donde conoció el Cerro Rico, la Casa de la Moneda, el convento Santa Teresa, las aguas termales de Tarapaya y el Salar de Uyuni. Las bajas temperaturas no frenaron su travesía 

En la Chiquitania

Tras su visita al altiplano, volvió a Santa Cruz y se dirigió a la Chiquitania. Su presencia en la zona se debió a que en Europa ya se habla de la Misiones de Chiquitos, historia, cultura, tradiciones y por eso quiso conocer San Javier y Concepción. Conocer emblemáticos lugares de Bolivia, los museos y atractivos turísticos anima a este personaje a retornar a Bolivia y poder recorrer en bicicleta más pueblos y ciudades, sobre todo de cumplir su sueño de conocer el lago Titicaca.