El viernes se hizo la primera cirugía de este tipo en Santa Cruz. Las personas que han perdido un ojo en accidentes o nacieron así, pueden optar por esta operación

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22 de mayo de 2018, 4:00 AM
22 de mayo de 2018, 4:00 AM

El implante orbitario denominado Pétalos de rosa es una técnica extranjera que el viernes se realizó por primera vez en Santa Cruz y en Bolivia. La cirugía, que permite mejorar sustancialmente la fabricación de la prótesis ocular para devolver la estética facial al paciente, se llevó a cabo en la clínica Romero Scattone, lo cual significa un avance notable para el servicio de oftalmología del país y una esperanza para las personas víctimas de traumas faciales por accidentes o de nacimiento.

El paciente favorecido con la nueva técnica es un albañil de 50 años que perdió un ojo hace más de 15 años en su trabajo. Fue sometido a la intervención quirúrgica por el médico boliviano Fernando Romero, un argentino y colombianos que el fin de semana participaron del primer seminario nacional dirigido a los oftalmólogos de prótesis oculares.

La rehabilitación

El paciente no tenía hendidura palpebral, ambos párpados estaban pegados, no había cavidad ni ojo, por lo que el hombre usaba un parche para ocultar esa parte.

“Con la cirugía formamos las cavidades para poder poner una prótesis. En la primera etapa le colocamos un conformador (esfera) que estará dentro de la cavidad unos tres meses; luego se removerá el conformador y finalmente se le colocará una prótesis que debe ser exactamente del mismo color del otro ojo, para que la persona estéticamente se vea bien”, explicó el oftalmólogo Fernando Romero.

El optometrista y ocularista Dr. Carlos Ramos es el especialista que se encarga de fabricar la prótesis personalizada para este tipo de pacientes.

“La novedad de la técnica Pétalos de rosa es que a la esclera (parte blanca del ojo) se le hacen cortes en cruz y el implante queda mucho más seguro y con mayor movimiento de los músculos, lo cual hace que tengamos una prótesis con movimiento de hasta el 95% con relación al ojo sano”, indicó Ramos.

Una de las últimas pacientes de Ramos es una joven que perdió un ojo en la explosión para el Carnaval de Oruro este año. La prótesis quedó casi perfecta. “Son prótesis maxilofaciales que ayudan a la gente a insertarse a la sociedad, porque por falta de un bulbo ocular se aíslan de la sociedad y de sus propios familiares”, manifestó Ramos.