Estimulación temprana. Es una herramienta moderna para que los pequeños desarrollen sus habilidades a todo nivel, sin quemar las etapas, pero también para que los padres descubran a tiempo si ellos tienen dificultades en el aprendizaje

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20 de enero de 2019, 4:00 AM
20 de enero de 2019, 4:00 AM

Nació a partir de los niños con algún retraso en el desarrollo, sobre todo en esta época en que los dos padres trabajan y los pequeños reciben poco estímulo; pero actualmente va más allá, se usa como una herramienta para optimizar habilidades en la etapa de mayor plasticidad cerebral infantil.

La estimulación temprana es, más que un método, una serie de técnicas y actividades que se realizan para alentar a los niños, como una forma de educar, establecer rutinas, enseñar habilidades necesarias en el periodo pre escolar.

Luego de varias pruebas y estudios, se observó que los menores que pasan por estos procesos crean una personalidad con mucha confianza y más facilidad para diversidad de aprendizajes.

Cambridge Little Knights (CLK) es un lugar especializado en este tipo de educación, dirigida a niños de 0 a tres años, y administrada por sicólogas y sicopedagogas. La directora, María Belén Janiot, explica la forma en que se obtienen los resultados. “La estimulación temprana se da a través del juego en los niños, de tal modo que ellos no se enteran de que están recibiendo una educación; las actividades están orientadas a desarrollar la motricidad gruesa, fina, etc., aprenden a manejar el cuerpo, incluso a controlar sus esfínteres, a relacionarse, y si tuvieran dificultades para aprender, se detecta mucho más pronto”, explica.

Experiencia multisensorial

En el caso de CLK, el proceso de enseñanza y aprendizaje se da en ambientes interiores y exteriores. Hay salas específicas para sicomotricidad, incluso una cocina para estimular los sentidos, probar sabores, olores, sentir texturas, y describir esas sensaciones, enriqueciendo el lenguaje. Caminan sobre cartones, cartulinas, arroz, absorben conceptos básicos de matemáticas, se relacionan, y tienen periodos bilingües para empezar a sumergirse en un segundo idioma, el inglés.

Según Janiot, esta serie de técnicas se aplica sin forzar a los pequeños, sin trabajar con memorización porque no están en una etapa en la que sea conveniente, y sin caer en un aceleramiento escolar. “Se trabaja con la zona de desarrollo próxima del niño, con las capacidades que ellos pueden alcanzar. En cada etapa del desarrollo del niño hay cosas que su cerebro puede y no comprender. Existe lo que se llama sobre estimulación, que es empujar a que el niño aprenda algo para lo que no está preparado. A partir de eso viene el miedo de los padres de no dejarlos jugar o de coartarles su niñez, trabajamos en que eso no suceda”, explica.

Todos estos esfuerzos se mueven conjuntamente con los padres, con informes semanales y talleres mensuales, para que las rutinas aprendidas en el centro sean reforzadas en casa, como el caso de los pequeños con problemas para controlar sus esfínteres. Las maestras el programa de estimulación temprana del Cambridge se capacitan de forma permanente en AMEI, más conocida como la Asociación Mundial de Educadores Infantiles, a la que pertenecen, en busca de ver los resultados de su labor.

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