El estudio se hizo en 24 municipios del país. Persiste la falsa idea de que se debe educar con golpes

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17 de septiembre de 2019, 4:00 AM
17 de septiembre de 2019, 4:00 AM

La baja autoestima (34%) y el miedo (27%) son las consecuencias más relevantes de la violencia ejercida contra niños, niñas y adolescentes, según un estudio realizado en 24 municipios del país por el PIEB (Programa de Investigación Estratégica). Con menor impacto aparecen entre las consecuencias el bajo rendimiento escolar (16%), la conducta introvertida (10%), la agresión a otros (6%) y las autoagresiones (3%).

“Las consecuencias psicosociales de la estigmatización pueden ser la vergüenza, el retraimiento social defensivo y la autodenigración.

Los adolescentes estigmatizados desarrollan rasgos de inseguridad, autoestima baja y deterioro en su identidad social”, dice el estudio. Indica que niñas y niños pueden experimentar tensión emocional de distintas formas, como tristeza, depresión y aislamiento. Existe la falsa creencia de que la violencia es una forma eficaz de educar a los niños, que la violencia es un asunto privado, que niños y adolescentes deben obediencia a los adultos bajo cualquier circunstancia, que los padres tienen derecho a golpearlos, y que existen conductas provocativas en los niños que justifican el maltrato.

El estudio, que se hizo entre septiembre de 2017 y marzo de 2018, se centra en 635 encuestas, 60 grupos focales y 65 entrevistas. Se aplicaron a menores de edad, padres de familia y funcionarios públicos.