Solo un 30% de la población realiza algún tipo de ejercicio. La inactividad y la mala alimentación desencadenan la obesidad, que causa diabetes e hipertensión

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7 de abril de 2018, 7:00 AM
7 de abril de 2018, 7:00 AM

Cincuenta estudiantes de la Universidad Nacional Ecológica (UNE), la mayoría mujeres, en una formación en cuadro ejecutaron ayer sesiones de zumba al ritmo de sones musicales populares en un espacio abierto de la Plaza del Estudiante, con el propósito de contagiar e invitar al transeúnte a realizar un poco de ejercicio en el Día Mundial de la Actividad Física.

Sin embargo, nadie se unió a la sesión de baile y muy pocos se aproximaron a la carpa de los organizadores del evento a averiguar de qué se trataba, aunque por los altavoces se instaba a la gente a moverse de alguna forma para dar vitalidad al organismo y reducir el impacto de las enfermedades no transmisibles, como la obesidad, la hipertensión y la diabetes.

No extraña la inactividad de las personas, pues, según datos tomados de la Organización Mundial de la Salud por Jimena Amaya, jefa de la carrera de Fisioterapia y Sicomotricidad de la UNE, solo un 30% de la población boliviana hace algún tipo de ejercicio. Por lo tanto, el sedentarismo tiene cautivos a un buen número de ciudadanos. Asimismo, la inactividad contribuye a colocar a Santa Cruz con el índice de prevalencia más alto del país en diabetes (10,7%), hipertensión (22,8%) y obesidad (30,3%), según un estudio presentado en 2017 por la Organización Panamericana de la Salud y el Ministerio de Salud de Bolivia.

Por lo tanto, es saludable caminar, correr, trotar, bailar, andar en bicicleta, subir gradas, pasear mascotas, etc. para beneficiar al cuerpo. “Los jóvenes son los que menos ejercicio hacen.

En cambio, las personas adultas toman conciencia mucho más por su salud y realizan actividades físicas, en algunos casos porque ya presentan enfermedades o por recomendación médica. Es importante adquirir la cultura del ejercicio a edades tempranas; los padres deberían promover que sus hijos tengan más actividad física, no dejarlos mucho tiempo frente a un computador o una tableta. Al sedentarismo se suma una mala alimentación, por lo que estamos criando prácticamente niños que, en el futuro, pueden padecer diferentes tipos de enfermedades crónicas”, señaló Amaya.

150 minutos a la semana
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda como mínimo 150 minutos semanales de actividad física aeróbica, de intensidad moderada para adultos de 18 a 64 años o bien 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas.

Esos 150 minutos también se los puede fraccionar en actividades recreativas, de ocio u ocupacionales 20 minutos cada día de la semana. “Los beneficios son innumerables; uno de ellos es sentirse bien porque fisiológicamente estimulamos ciertas hormonas, que son las endorfinas, encargadas de hacer que las personas se sientan felices, por eso se las llama las ‘hormonas de la felicidad’. Y las vamos a segregar cuando hagamos un poquito de actividad física de forma diaria”, aseguró la docente de la UNE.

Campaña del Sedes

Personal del Servicio Departamental de Salud y universitarios realizaron ayer una cruzada dirigida a monitorizar el estado de salud de los comerciantes del mercado Mutualista, como parte de la celebración del Día Mundial de la Salud, que también se recuerda hoy. 150 estudiantes de Medicina de la Uagrm y agentes de la Gobernación instalaron un puesto fijo, desplazaron una docena de brigadas dentro del mercado y realizaron controles de presión arterial y medición del índice de masa corporal (IMC) a más de 200 personas.

María Cristina Llanos (47) tenía su presión arterial dentro de lo normal, pero acusaba cierto grado de obesidad. Basilia (68), que admitió pasar todo el día en el mercado desde el amanecer hasta bien entrada la noche, pasó la prueba arterial.

“Está bien que hagan estos controles porque cada vez veo más obesos, gente con una barrigota, como un carrito somosero. Yo no hago ejercicio porque me dio una embolia y desde entonces no tengo mucha firmeza en las piernas, tengo que tener un bastón, que ahora es mi esposo”, dijo Emma Ruiz (78), clienta del mercado.

Angélica Fierro, responsable de la oficina de enfermedades no transmisibles del Sedes, indicó que el lunes brindará un informe final sobre la campaña, pero adelantó que un gran porcentaje de los comerciantes padece de obesidad, por la escasa actividad y porque en el mercado tienen a la mano alimentos ricos en carbohidratos.

A NO QUEDARSE QUIETO

En el domicilio
Hacer ejercicio en casa o cerca de casa es la mejor manera de acostumbrar al cuerpo a los movimientos, pues elimina las excusas de tener que trasladarse a otro lugar. Si le resulta difícil disponer de 30 minutos, divida los ejercicios en tres rutinas de 10 minutos. Lo importante es acumular el ejercicio a lo largo del día.

En el trabajo
Lleve ropa deportiva a la oficina. Allí no debe permanecer más de dos horas sentado. Tome unos 10 minutos subiendo gradas o dando un paseo por los alrededores para estirar las piernas. Si hay gimnasio, pídale a un compañero que lo acompañe a una sesión breve. Esto ayudará a mejorar el nivel de energía y a aumentar la concentración.