David Bisono llegó a Bolivia desde Brooklyn para un retiro católico de jóvenes-adultos. Habló de los aspectos que estancan al ser humano y también de cómo salir de ellos

El Deber logo
4 de agosto de 2018, 11:21 AM
4 de agosto de 2018, 11:21 AM

¿Qué quiere decir el siguiente nivel de tu vida?

Para mí, en el tiempo que llevo compartiendo con las personas, lo más importante no es conocer a Dios -porque creo que jamás lo llegaremos a conocer totalmente-, sino ver por qué están estancadas, paralizadas y cuando hablo de esto identifico cuatro áreas particulares: espiritual, emocional, física y financiera. Muchas personas se encuentran en un estanque, aunque ya hubieran pasado esa crisis. ¿Cómo nosotros podemos aprender no solamente de quién es Dios, sino de qué quiere Dios para nosotros? Y todo ese tiempo de parálisis, son tiempos estratégicos donde él nos enseña y nos da lo que necesitamos para el siguiente nivel de nuestras vidas.

¿Qué pasa con nuestros momentos?

Siempre pienso que lo que nos pasa, aunque muchas veces no lo entendemos, es que Dios usa nuestros momentos para prepararnos. En eso estamos, hablando de cómo Dios puede utilizar este tiempo de crisis, de parálisis, de tormenta, preparándonos para lo que viene, que esto que estás pasando ahora, es solo pasajero. No es permanente, entonces mi afán siempre ha sido qué nos está diciendo, qué está haciendo en este momento de tu vida. Muchas veces nos preguntamos ¿por qué me pasa esto? y la pregunta debe ser qué está haciendo Dios y cómo él me está preparando para el siguiente nivel de mi vida.

Edición: Alexander Vidal

¿Por qué me estanco, por qué me paralizo y qué puedo hacer para salir de esa parálisis?

Te voy a dar un ejemplo que es muy importante. Una vez una señora se me acerca y me dice: “David, yo quiero que ores por mis finanzas” y cuando intento hacerlo, el Espíritu Santo me dice que más bien ore por sus emociones y se lo dije, que no podía orar por sus finanzas, que era cierto, que tenía un problema financiero pero que era a causa de su parálisis o inestabilidad emocional, porque como era depresiva esa situación la llevaba a malgastar sus finanzas, no sabía utilizar bien su dinero. En realidad, lo primero es saber identificar dónde está la raíz del problema.

¿Ese es uno de los principales problemas?

Sí, de no saber manejar lo que ya tenemos o desear algo que no tenemos. Le decía a un señor, si yo no te puedo confiar con 5 dólares, tampoco lo voy a hacer con 10. Hay que identificar dónde está esa inestabilidad y a causa de qué ha venido. Si tienes un problema emocional hay que ver qué se puede hacer para que Dios pueda sanar esas cosas, porque de lo contrario, por más que quieras avanzar, vas a terminar retrocediendo, sin duda alguna.

¿Ve mucho estancamiento en el ciudadano común?

Bastante y lo peor es que están tratando de hacer con sus fuerzas lo que solamente Dios puede hacer con su poder. Estamos confiando solo en nosotros y la palabra dice no confíes en tu inteligencia, sino en la sabiduría ilimitada de Dios. Imaginate que vos y yo tenemos acceso a esa sabiduría, pero preferimos al tío, a la tía, a la comadre, porque pensamos que es imposible tener acceso a Dios, Lo que implica es darnos a Dios, implica vivir a los estándares de Dios. A veces queremos la bendición pero no queremos vivir en los estándares, queremos que él se rebaje a nuestros estándares y que todavía me dé lo que yo necesito. Hace poco venía del aeropuerto y el chofer del taxi me dice ‘wao, me estoy llenando de Dios’ y es en realidad la muestra de cómo él puede utilizar nuestras vidas, desde donde estamos, para ser bendición para los demás.

¿Puede ser un arma de doble filo creerse inteligente?

Claro que sí y es porque vivimos en una cultura que te invita y que te insta a decir que solo tú puedes hacerlo. Hay gente que te dice diseña tu vida y te insta a telleres, a conferencias, a cómo seguir, y la gente responde: ‘aquí está lo que estaba buscando’. Para mí esto es algo increíble, porque en realidad el Señor ya ha diseñado nuestras vidas, aunque nosotros preferimos diseñarlas, antes que alinearlas, alinear tu vida en lo que Dios ya ha dicho de tí.

¿Sucede con frecuencia?

Si, en una ciudad como esta (Santa Cruz) donde hay mucha gente que va a la universidad, se gradúa, estudia y saca buenas notas, eso no quiere decir que usted va a tener una carrera exitosa. Yo conozco mucha gente en Neva York que está haciendo un oficio muy distinto al que estudió y siendo buenos alumnos. Por eso hablaba que creer en nuestra inteligencia es un arma de un doble filo, porque en realidad, si hay inteligencia, es para cooperar con Dios, él la utiliza. No es que usted se levanta, ora, y ya es sabio. No, para nada, es el Espíritu Santo el que nos ha dado la capacidad de poder retener la información y luego recordar qué es necesario en el tiempo necesario.

Usted hablaba de alinearse antes que de diseñarse, ¿cómo puedo hacerlo?

Hace poco hablaba con un grupo de estudiantes y les preguntaba lo siguiente: ¿Están en la misma clase? Y ellos respondieron que sí. Y continué: ¿con los mismos profesores?, ¿con los mismos libros?, ¿haciendo los mismos trabajos? Y en todo respondieron que sí. Entonces , ¿qué hará que ustedes sean diferentes? Muchas veces vivimos de acuerdo a un plan que nos da el colegio, esta clase, este semestre, que sí son importantes, pero no suficientes. Dios nos da sabiduría para ver lo que los otros no pueden ver, aún leyendo los mismos textos o estando en la misma clase. Pienso que todas las personas que tenemos el Espíritu Santo, somos efectivos y productivos en cualquier empresa en la que estamos, porque tenemos acceso a tener visión que una persona que no tiene el Espíritu Santo, no la tiene. Es importante que estudien, que lean, pero en medio de esto hay que leer con estos lentes y estas perspectivas para poder ver más allá.

Hoy se habla que en el mundo hay muchas distracciones, ¿qué puede hacer para no desenfocarme en mi búsqueda por alinearme?

Cuando llegué, un señor en el aeropuerto me preguntó si venía a un evento que tiene un nombre ‘sobrenatural’. Como dijo Santo Tomás de Aquino, la vida es sobrenatural, porque tengo a Dios en mi vida; me duermo y me levanto pensando en Dios, cada respiro, cada pensamiento va dirigido hacia él. Muchos dicen que es demasiado trabajo, pero no lo es, es como respirar, algo normal, tú al corazón no le dices manda sangre porque ya sabe que lo tiene que hacer. Mi vida depende de mi conexión con Dios; es cuestión de prioridades. Si Dios no está en el primer lugar las demás cosas están fuera. Quizá hay muchas personas que en su corazón tienen un conflicto, es que no amas y no buscas a Dios como deberías.

¿Hay algún punto de equilibrio de un joven con un adulto para llegar al siguiente nivel de su vida?

Siempre hay un punto de equilibrio porque estamos en un tiempo en que un problema de un joven o de un adulto, se encuentran, ya no es como decían antes ‘ah no, este es muy niño’. Mira que lo más importante es que tenemos que volvernos estudiantes de la vida porque en esta vida nos pasamos discutiendo y cometemos los mismos errores, una, dos, tres veces y no entendemos lo que está sucediendo. Cuando estamos en tormenta, en parálisis, hay tres cosas para tomar en cuenta: Experiencia, información y perspectiva.

¿Cómo las puedo identificar?

Cuando tú pasas por algo y dices: ‘Si yo hubiera sabido lo que sé ahora, no lo hago eso más’. Ahí qué ha sucedido, es que has tenido una experiencia y has adquirido información. Esa información es la que te da una nueva perspectiva. Cuando nosotros pasamos por una experiencia sin adquirir información, lo que sucede en vez de tener perspectiva, es que repetimos la experiencia y así vivimos porque no vamos adquiriendo la información que Dios nos está dando. Lo que pasa es que tus emociones son tan fuertes que no te permiten adquirir esa información porque tus emociones están arraigadas, se imponen. Lo que necesitas es esa información para tu efectividad y productividad.

¿Sucede con frecuencia aquello?

Ahora mismo tú y yo estamos viviendo una temporada y en cada una de ellas hay bendición pero también tormentas. Pero qué sucede, si yo entiendo que en esa experiencia Dios me está regalando información, comienza a tener perspectiva. Fíjate que hay personas que no salen de una relación abusiva, porque no se dan cuenta del daño que le están haciendo. Las subemociones se han impuesto, de tal manera que no tiene perspectiva para ver, para entender que Dios tiene algo mejor para ella. En muchas ocasiones permanecemos estancados, pese a que Dios, muchas veces, nos quiso llevar al siguiente nivel de nuestras vidas.