Después de casi 20 años, el conductor de televisión argentino, actor, productor, escritor, orador internacional y pastor de jóvenes, llegó a Bolivia con su Tour Auténtico. Estuvo en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz donde dejó un mensaje de amor a Dios y de cambio de vida

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16 de junio de 2019, 11:50 AM
16 de junio de 2019, 11:50 AM

Conocido a escala internacional como el pastor de jóvenes, Dante Miguel Gebel (50), es una de las figuras más sobresalientes dentro del mundo cristiano. Su historia va más allá de las predicaciones con mensajes enfocados en el amor a Dios, el cambio de vida y la unidad de familia. A este orador, capaz de mover y conducir al público por fantásticas historias que van desde las risas hasta las lágrimas, de niño se le trababa la lengua al hablar en público.

A pesar de haber sido un niño muy tímido e introvertido, que creció sin saber que tenía el síndrome de Asperger, llegó a ser conductor de radio y televisión, actor y autor de varios libros.

En su cuenta de Facebook, junto a una foto de él en su infancia escribe: “Soy este niño de ojos tristes, profundos y melancólicos. No he logrado encontrar una sola foto mía de pequeño, riendo o siquiera sonriendo. Quizá porque mamá estaba por morir de cáncer desde que nací y papá era un alcohólico. Tal vez por mi tartamudez o mi grado de autismo leve... o ambas cosas. Las maestras decían que yo era introvertido, depresivo o como en aquellos tiempos se resumía, un niño muy triste... Pero un buen día, Dios decidió que me haría reír por el resto de mi vida y que él reiría conmigo”.

El actual pastor de River Church, en Anaheim (California, Estados Unidos), con casi 3, 5 millones de seguidores en Facebook y medio millón en Instagram, del 12 al 14, llegó a Santa Cruz, Cochabamba y La Paz con su Tour Auténtico, gracias a Generación Radical.

Límites que impulsan

Dante pensaba que tenía una limitación, pero eso hizo que desarrollara el hábito de escribir y redactar. Dibujar y escribir fueron sus habilidades compensatorias al hecho de no poder hablar en público sin trabarse la lengua y morir de la vergüenza. Hoy ese síndrome quedó en el pasado. Sus conferencias y sus programas atrapan a su público con su estilo humorístico de transmitir sus mensajes, que son muy frontales, pero según manifiesta, no de condenación.

“No les digo, pecadores se van a ir al infierno (risas). Siempre trato de que el mensaje realmente llegue a los fueros muy íntimos del alma y del corazón. Son muy directos, pero realmente no te das cuenta que te estoy confrontando”, afirma.

Se considera como un comunicador de buenas noticias, más que un motivador y un humilde muchacho del sur, que nació en Billinghurst, Partido de San Martín, el último rincón de Buenos Aires, Argentina, con problemas como todos. Ahora se da ‘el lujo’ de estar triste o de enojarse. Antes no mostraba ‘esas debilidades’ ni hablaba de sus errores en público, pero cuando se dio cuenta de que hasta Jesús se permitió estar triste y llorar, ¿por qué él no?

“Como dije en mi mensaje, a veces está bien que no estés bien. Creo que la manera de lidiar con los momentos difíciles de la vida, los días grises o los más oscuros, es siendo auténtico”, afirma.

Radio, televisión y más...

Nació el 6 de julio de 1968 en Buenos Aires en el seno de una familia de migrantes. Es el menor de los cuatro hijos de Federico Gebel (de ascendencia alemana) y Nelly Stokle (de ascendencia inglesa). Desde que tuvo uso de razón, su mamá, le hizo entender de que ella se iba a ir y que tenía que aprender a vivir solo. Cada mañana pensaba que podía ser el último día de ver a su mamá y con eso vivió hasta sus siete años. “Cuando el cáncer estaba muy avanzado, Dios obró un milagro y la sanó. Me la prestó por 40 años más. Ella recién partió hace cuatro años”, cuenta.

El orador casi pierde los dedos de su mano derecha en un accidente en la carpintería donde trabajaba con su padre. Apenas recuperó la movilidad y con solo 17 años se convirtió en el dibujante de una tira cómica de un diario cristiano.

Fue diseñador gráfico y reportero. En 1991 comienza con el programa radial Línea Abierta, prohibido para mayores, que se transmitía por las madrugadas, pero tuvo tal repercusión y atrapó tanto a la audiencia con un estilo totalmente diferente a lo acostumbrado, que rápidamente pasó a la tarde y en menos de dos años, se difundía en cientos de emisoras de Argentina. Hoy sus mensajes se escuchan en más de 750 emisoras de todo el continente. Mientras a Cuba no lo dejaron entrar, otros países le abrieron las puertas y desde 2002 viaja llevando un mensaje de amor y de salvación.

Actualmente conduce un show nocturno de lunes a viernes con el clásico formato ‘Late night’ llamado DNT, The show por TV Azteca, donde realiza monólogos humorísticos de la vida cotidiana, entrevistas a famosos y reflexiones. Además, tiene otro programa semanal Dante Gebel Live, que se transmite por Telemundo, y es autor de una decena de libros: El código del campeón; Pasión de multitudes, Las arenas del alma, Asuntos Internos, Monólogos de Dante Gebel, Biblia Héroes, Los Mejores Mensajes I y II, Destinado al éxito, El amor en los tiempos del Facebook y Marea Baja.

En Argentina nunca fue pastor. Era conductor de radio y televisión e hizo algunos papeles en novelas y en películas. Desde la conducción y la actuación, convocaba a la gente a los estadios a escuchar un mensaje diferente. “Como la prensa no sabía ni tenía un título para definirme, porque no era cura ni tampoco rabino (risas), me bautizó como el pastor de jóvenes, pero fue recién en 2009 cuando me convertí en pastor en La Catedral de Cristal”, remarca.

Ha realizado espectáculos multitudinarios en diferentes estadios de América, a los que llama Superclásicos de la Juventud; el próximo será el 14 de diciembre, en el estadio Cuscatlan, en El Salvador, donde espera reunir a unas 70.000 personas. El 13 de julio, estará en el evento Walt Disney Concert, en Los Ángeles, y continuará con su gira por México y Colombia.

El asesino de la familia

Lamenta el hecho de que las familias cada vez están más desconectadas. Esa desconexión, añade, que antes solo existía en Estados Unidos, hoy es el gran patrimonio Latinoamericano.

“Es una locura querer estar conectados con la gente de afuera, antes que conversar y conectarte con quien te fuiste a cenar. Hay matrimonios que están en la cama, cada uno con su celular hasta que apagan la luz. Un hijo está mirando su serie y el otro con sus juegos. Fíjense lo grave que es la desconexión, a la que llamo el asesino de la familia. Antes nos reuníamos alrededor de la tele para ver la novela y era el momento en que hablábamos por lo menos en los comerciales”, rememora.

En su criterio, no hay una fórmula mágica para mantener a la familia unida. Pero él, al estar viajando tanto, trata de darle tiempo de calidad a su esposa, Liliana Beatriz Moyano, y a sus hijos Brian Federico (25), Kevin Daniel (19), Jason Anthony (10) y Megan Lilian (8).

“Me cuesta porque soy muy hiperactivo, pero me desconecto para estar solo con ellos, especialmente con los más chicos. Me he perdido aniversarios y cumpleaños, pero esto es lo que elegí y tengo el apoyo de mi familia”, afirma.

Sobre la alta tasa de divorcios, dice que no se puede estigmatizar. No es pro divorcio pero entiende y comprende que a veces, en los casos donde hay violencia, considera que es la única salida. “Lo digo abiertamente, aunque me cueste la crítica de otros pastores”.

Críticas y algo más...

Sobre la crítica a los pastores que lucran con el dinero, no está de acuerdo con estigmatizar porque eso daña a los que no lo son. “Entiendo que el escándalo y lo amarillista es lo que vende, pero me molesta que por una minoría digan los curas son pedófilos. No, conozco a muchos que mueren en el servicio y aman a Dios. No todos los pastores lucran con la plata, es verdad que hay unos cuantos sinvergüenzas. Igual que no todos los políticos son corruptos, los hay, pero no son todos. También dicen los argentinos son insoportables... No, Maradona es insoportable”, expresa entre risas.

¿Dante presidente? “Hace 10 años, hubiese dicho que no, pero después de predicar para que se levanten los Daniel, en Babilonia, y los José, en Egipto, y viendo que en Argentina se repite el mismo modelo vicioso, ahora siento una responsabilidad, por lo que no lo descartaría, si se dieran las condiciones. A ver, ¿qué traerá la marea mañana?”, concluye.

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