Todo lo que se ha propuesto lo ha conseguido. Acudió al colegio regular, estudió una carrera y realizó un diplomado. La vista la perdió a los 15 años, pero sus sueños quedaron intactos y de a poco los va realizando

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30 de mayo de 2019, 4:00 AM
30 de mayo de 2019, 4:00 AM

La última imagen que Denisse Alemán tiene de sí misma es a los 15 años, cuando ya no veía del ojo derecho y, una tarde, empezó a fallarle el izquierdo. Estaba en la acera afuera de su casa, mirando hacia la iglesia que tenía en frente cuando perdió por completo el sentido de la vista. Nada la había prevenido de ello; los médicos la tenían en tratamiento y le habían asegurado que su visión se iba a mantener como estaba.

Esa tarde, cuando se agachó y vio sus zapatillas rojo con azul se le nubló la vista. “Vi todo blanco, me pasé una hora intentando sacar lo que pensaba que era una basura en el ojo. No sabía cómo iba a entrar a mi casa y cuando lo hice me fui directo al espejo, intenté mirarme y ya no pude”.

La joven de la cabellera hasta media espalda no perdió la compostura. Nunca le gustó hacer notar su preocupación o alguna tristeza transitoria y en ese momento lo que menos quería era ver a su madre fatigada o asustada. Para sus adentros se preguntó ¿y ahora cómo voy a ir al colegio? La respuesta hoy en día es más que obvia, Denisse no solo asistió al colegio regular, también fue a la universidad y el martes por la noche, aunque no pudo ver al auditorio que la ovacionó, sí escuchó los aplausos que “sonaron muy lindo” y le llenaron el alma. “Tuve buenos compañeros. Al lugar que llego siempre me cruzo con personas muy buenas”, confesó.

Denisse Alemán Vargas (26) recibió su certificado que acredita que culminó un diplomado en Docencia universitaria.

Quiere ser docente

El diplomado es un complemento a su carrera. La joven estudió Comunicación y todos los días se levanta temprano para preparar el desayuno y compartir la mesa con su esposo. Trabaja en una emisora de radio, 89.8 FM. Su programa es de 10:30 a 12:30 y es mayoritariamente musical.

Pero ahora, luego del diplomado quiere ser docente. “Tengo el deseo de brindar mi apoyo y todo el conocimiento que adquirí a las personas que quieren salir adelante”, manifestó todavía emocionada por el acto del martes en la noche en el auditorio de la universidad Domingo Savio donde la directora regional Paola Pericón le hizo un reconocimiento al valor.

Querer es poder

Denisse siente que tuvo una vida normal. “Fue un poco más difícil por el hecho de que no veo, pero logré salir adelante”, lo dice satisfecha y asegura que si se le cruzó alguien que intentó ofenderla o burlarse nunca se dio cuenta: “porque soy una persona con la autoestima muy alta y en cualquier ocasión me siento como cualquier otra”.

Lo cierto es que personas como Denisse necesitan el apoyo de los seres queridos. Tatiana, su madre, la llevaba a sus clases, incluso, al principio entraba al aula y a la hora de los exámenes le leía todos los textos. “Debería haber otro título para ella. Mi mamá era una compañera más”, reconoce la joven que sentía distante la posibilidad de tener un diplomado y que una vez más comprobó que querer es poder.