Este domingo terminan décadas de prohibición en el reino árabe. En la capital, Riad, una escuela de conducción con solo cuatro alumnas es la tímida muestra de la apertura social que vive Arabia Saudí

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24 de junio de 2018, 4:00 AM
24 de junio de 2018, 4:00 AM

Un año atrás era inimaginable: mujeres sauditas con remeras Harley Davidson y vaqueros ajustados entrenándose en un circuito cerrado con motos de alta cilindrada. Este domingo, la prohibición para las mujeres de conducir camiones, automóviles y motos queda en el pasado.
El reino ultraconservador ya ha entregado licencias de conducir y cada semana un grupo de mujeres practica en motos a la espera de poder salir a las carreteras.

En el circuito de Bikers Skills Institute de Riad, se ponen al día en algo que tuvieron prohibido durante décadas. “La moto es una pasión desde mi niñez”, dice una saudí de 31 años que prefiere callar su nombre y se presenta como Nura.

El fin de esta prohibición es un giro que lleva el sello del príncipe heredero Mohamed Bin Salmán. Pero estuvo precedida de arrestos de feministas que pedían el fin de la prohibición. Esa represión echó sombras sobre las reformas del heredero, que ya permitió la apertura de salas de cine y los conciertos.

En Bikers Skills Institute de Riad, la mujeres no quieren insistir sobre este tema. Lynne Tinawi, una jordano-saudí de 19 años, conduce una Suzuki. Al igual que Nura, la moto no es sólo una pasión, es un signo de emancipación y de independencia. “Es libertad”, dice.

Un avance, varios desafíos

El circuito está siempre copado por aficionados de la velocidad, pero una vez por semana lo toman las mujeres. Las dos alumnas siguen a su instructora ucraniana, Elena Bukaryeva, instalada en una Harley Davidson. 

El circuito está siempre copado por aficionados de la velocidad, pero una vez por semana la pista es de las cuatro mujeres inscritas. “Siempre quisieron manejar una moto y llegó la hora”, explica Bukaryeva. El curso de $us 400.

Pero la emancipación y las motos traen desafíos.Lynne Tinawi explica lo que vive en casa: “Mis padres me dijeron: ‘¿Vos, en moto? Sos una mujer. Es peligroso’”.

La vestimenta es un tema. En el circuito privado ellas usan vaqueros. Pero en la calle, están obligadas a usar abaya, una vestimenta poco práctica para la moto.

Muchas sauditas también se quejan de la falta de escuelas de conducir y de instructoras.

Las feministas que reclamaban este avance fueron reprimidas y la prensa oficialista publicó fotos de personas que militan por el derecho a conducir de las mujeres con la palabra “traidor” en rojo.

La represión, dicen los observadores, pretende sosegar a los religiosos hostiles a la liberalización y enviar una señal de que las reformas las impulsa el príncipe y no la presión de los militantes.