Abel de Jesús Escobar Echeverri fue un agricultor que siempre se negó a dejar el campo, pese a las riquezas de su hijo. Estuvo a punto de morir a manos de una banda de delincuentes de Medellín

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23 de septiembre de 2018, 15:52 PM
23 de septiembre de 2018, 15:52 PM

Solitario y hermético, así era Abel de Jesús Escobar Echeverry, el padre del capo del narcotráfico colombiano Pablo Escobar. El campesino siempre se mantuvo al margen de los negocios ilícitos de su segundo hijo, nunca dejó el campo, y los únicos dos episodios que protagonizó fueron un secuestro por el que declararon al cabecilla del Cartel de Medellín un héroe, y una misteriosa herencia millonaria.

Según un reportaje publicado en Infobae, Abel sobrevivía labrando la tierra para tener qué comer. Cuando era joven, conoció a la profesora que habían trasladado hasta esa región: Hermilda Gaviria Berrío, una mujer venía de una familia acomodada, de padres comerciantes. Abel y Hermilda se enamoraron, llegaron al altar y tuvieron seis hijos.

La familia vivió precariamente y durante años Abel intentó sin éxito buscar trabajo como pintor, granjero o jardinero. Terminó siendo el celador de un barrio. Así que cuando los hijos tuvieron modo de vivir por sí mismos se volvió al campo para nunca más regresar. Entonces, mientras su familia disfrutaba de las dichas del 'oro blanco', él se mantuvo alejado de las rentas ilícitas de su hijo.

Los padres del capo del Cartel de Medellín junto a tres de sus seis hermanos.

Pero ni aún alejado de los negocios ilegales de Pablo Escobar, se libró de las consecuencias. En 1984 estuvo secuestrado por 18 días, hasta que unos 50 hombres mandados por Pablo Escóbar dieron con el lugar donde estaba su padre, mataron a los delincuentes y lo recuperaron.

Después de aquel secuestro, no se supo casi nada más de Abel. Ni siquiera se le vio en el sepelio de su hijo, que murió a los 44 años en un tiroteo con la Policía, publica Infobae.

Abel nunca dio declaraciones. Su nombre pasó al olvido hasta el 21 de octubre de 2001, cuando una afección en los pulmones se lo llevó a los 75 años. La noticia hubiera pasado por un simple obituario de no ser por una misteriosa herencia millonaria que el padre dejó a sus hijos, nietos y esposa.

La revista Semana conoció el testamento en el que Abel de Jesús Escobar Echeverry dejaba más de 376.512 dólares a su familia en bienes avalados por catastro, propiedades que jamás estuvieron bajo extinción de dominio, porque las autoridades siempre sostuvieron que el agricultor nunca tuvo que ver con los negocios ilegales de su hijo.

Hermilda Gaviria Berrío y su esposo Abel de Jesús Escobar Echeverry

El documento reveló también que Abel tenía pasivos superiores a 99.014 dólares, aunque su fortuna era mucho mayor; de hecho, bastante para ser un hombre del campo. Juan Pablo Escobar, hijo de Pablo Escobar, confirma en su libro que su abuelo tenía varias fincas, terrenos en distintas zonas de Antioquia, un apartamento penthouse en El Poblado -el barrio más exclusivo de Medellín- y autos de lujo.

Pese a ello, Abel seguirá siendo recordado como lo describió Juan Pablo Escobar: "La discreción caracterizó al abuelo Abel, al igual que su radical decisión de no abandonar su condición de hombre del campo. Aún en las peores épocas, cuando corríamos de caleta en caleta huyendo de las autoridades, él se las arreglaba para hacer llegar cada mes un bulto de papa, que cultivaba en su finca. Esa fue siempre su silenciosa muestra de amor hacia nosotros".