Única. Está en lo más alto de la cadena alimenticia. Una arpía es signo de que los demás integrantes del ecosistema están saludables. Es el águila de mayor tamaño del hemisferio occidental. Su vuelo es sigiloso. El nombre significa ‘la que arrebata’

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4 de noviembre de 2018, 8:00 AM
4 de noviembre de 2018, 8:00 AM

Hubo programas de investigación sobre la arpía en tres países, desde mediados de los años 90 hasta bien entrada la década del 2000. Los resultados de Ecuador, Panamá y Perú son más o menos similares y preocupantes.

En Panamá, por ejemplo, donde la arpía es el ave nacional, solo se han registrado 209 parejas hasta el año pasado, y los investigadores aseguran que su número está disminuyendo en varios países.

En agosto de este año, el ave llamó la atención porque se taló un árbol que tenía un nido en una concesión forestal de Guarayos. La cría de la pareja de arpías quedó herida y los padres, que incuban exitosamente un huevo cada dos o tres años, tuvieron que huir. La arpía bebé fue rescatada, pero su magnífica y silenciosa presencia inició un debate -al menos en las redes- acerca de la conservación de nuestros bosques.

Nido grande y elevado

Uno de los árboles en los que anida es el mapajón. Es una ceiba enorme, que llega a los 50 metros de altura, según el botánico Alejandro Alpire, el mapajón es un pariente del toborochi, solo que no tiene ‘panza’. Su nombre científico es Ceiba pentandra. En la ciudad solemos decir mapajo a otra ceiba, que en realidad es la famosa ceiba samauma.

Ahí, en lo alto, construye un nido de 1,5 metros de ancho y 1,2 de profundidad.

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