El análisis hecho de esta propuesta concluye en que debe ser una medida que vaya a usarse solamente como "última opción" debido al impacto que esta supone.

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24 de enero de 2018, 7:31 AM
24 de enero de 2018, 7:31 AM

Un grupo de científicos habría estado en el desarrollo de un proyecto para enfriar el planeta, que serviría como una “segunda oportunidad” en caso de que llegue el día en que el calentamiento global comprometa nuestra existencia de forma definitiva.

El equipo de la Universidad de Rutges decidió trabajar sobre una teoría que ha sido bastante discutida los últimos años en el campo de la “Ingeniería Climática”. Este proyecto trata  de imitar el efecto “refrigerador” que tienen los volcanes pero a una escala mundial. Los científicos la plantean como la última opción y que una vez en marcha no hay marcha atrás.

Los estudiosos de Rutges evaluaron las consecuencias que podría tener la iniciativa sobre el mundo. Según el análisis para que el proyecto sea factible debería rociarse cinco millones de toneladas de dióxido de azufre por año entre 2020 y 2070, y una vez en marcha no puede detenerse de ninguna manera, pues puede suponer una gran amenaza para el medio ambiente y la biodiversidad.

Los datos obtenidos muestran que si el proyecto dejara de funcionar por algún motivo, el impacto sería difícil de superar para todos los seres vivos y que según las pruebas no está claro si puede haber una interrupción siquiera progresiva que no suponga un gran peligro.

El director del equipo Alan Robock afirma a la revista Nature Ecology & Evolution que las condiciones actuales con las que vivimos no son de lo más propicias para realizar el proyecto, también analiza las dificultades técnicas que esta supone y en lo referente al marco social comenta: "Imagine grandes sequías o inundaciones en todo el mundo que puedan atribuirse (con o sin fundamentos) a la geoingeniería y la exigencia de que se detenga ¿Podríamos arriesgarnos?".