Principios del siglo XX. Refleja la vida de la autora francesa que pasó de un matrimonio esclavizante a las libres relaciones sexuales

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11 de enero de 2019, 4:00 AM
11 de enero de 2019, 4:00 AM

Página tras página y día tras día, las palabras de Willy son las mismas: “¡Escribe!”. En la habitación, cerrada con llave por fuera, la veinteañera Sidonie-Gabrielle Colette sigue las indicaciones de su esposo, guía espiritual, jefe y explotador intelectual.

En menos de un lustro, entre 1900 y 1903, ella publica las cuatro novelas de la serie Claudine y se hace famosa. O, mejor dicho, se hace famoso Willy, bajo cuyo nombre aparecen las súper ventas sobre los avatares de la adolescente de provincia que le da título a las obras.

Lo que Willy, seudónimo de Henry Gauthier-Villars, no sabe es que el tácito contrato artístico e intelectual que su esposa mantiene con él tiene una muy próxima fecha de vencimiento. Más temprano que tarde ella pasará a firmar con su apellido, Colette. Antes debe romper con las obligaciones emocionales, los remordimientos y las convenciones que la atan a Willy.

Detalles

Inspirada en la juventud de la escritora francesa Sidonie-Gabrielle Colette (1873-1954), la película de Wash Westmoreland se estrenó en el Festival de Sundance, generando muy buenas críticas y elogios por la caracterización de Keira Knightley en el papel de Colette.

El largometraje fue nominado a mejor guion en los Film Independent Spirit Awards y el nombre de Knightley ha sido mencionado entre las candidatas a mejor actriz en los Óscar.

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