50 años de Ateneo. La institución, que acogió a los primeros profesionales formados en el extranjero, cuando no había la carrera en el país, cumple medio siglo este mes. Desde ella germinaron el Colegio Médico y los colegios de las distintas especialidades

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18 de noviembre de 2018, 4:00 AM
18 de noviembre de 2018, 4:00 AM

El pasado, pisado”, dice la frase. Sin embargo, los logros actuales se deben a esa historia.

Posiblemente las nuevas generaciones no sepan de qué se trata el Ateneo Médico, por eso la institución se prepara para relanzarse, aprovechando sus bodas de oro.

El Ateneo de Ciencias Médicas de Santa Cruz nació en 1968, interdisciplinaria e integrada por los médicos de los hospitales San Juan de Dios, de Niños y la Maternidad, entonces llamada Eva Perón. Su principal impulsor fue el doctor Gilberto Molina Barbery, cuando la ciudad apenas tenía 80.000 habitantes, y la actualización solo era posible en el intercambio de conocimientos entre los pocos especialistas que trabajaban en la región, y que llegaron a Bolivia ya formados en Argentina, Uruguay y Brasil, principalmente. Ahí también se cultivó un laboratorio de ideas, que derivó en numerosas propuestas para el sector. Los fundadores fueron 25 y actualmente hay 42 en actividad.

La medicina cruceña vivió un hito en 1976. Por primera vez en Bolivia, los médicos de diferentes especialidades pudieron seguir una cirugía a través de un circuito cerrado habilitado por el Canal Universitario. Era una intervención de vías biliares y varios médicos siguieron desde un auditorio los movimientos de los médicos que realizaban el procedimiento en uno de los quirófanos de la Caja Petrolera de Salud. Ese fue uno de los aportes del Ateneo, “además de ser núcleo de la modernización de la medicina en Bolivia y germen para que cada una de las especialidades médicas constituyera sus propias sociedades”, recuerda Erwin Saucedo, actual presidente de la institución, quien además fue miembro del directorio en la década del 70.

Otro de los grandes logros fue la construcción del edificio que hoy ocupa el Colegio Médico, propiedad que pertenece a ambas instituciones, sobre el terreno donado por alberto Vázquez, quien además cedió el lote en el que se asienta hoy el hospital Oncológico.

Fueron muchas las jornadas y congresos que se generaron desde el Ateneo. En 1982 se realizó un encuentro con la Asociación de Médicos Bolivianos en Chicago y Washington, y hasta hoy se mantiene el vínculo con Salta y Arica para realizar jornadas médicas. Estos ciclos de formación pronto se extendieron a las provincias cruceñas, para que el conocimiento no se quede concentrado en la capital.

El saber también creció. Se trabajaron temas específicos relacionados con las enfermedades propias de la región, como la tuberculosis y el Chagas, pero también algunas comunes como la desnutrición y afecciones pediátricas como diarreas e infecciones intestinales; la leucemia y el cáncer en los órganos sólidos, y varios más; los debates incidieron en políticas públicas.

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