No hay estudios que determinen que los niños prefieren uno u otro color, pero los historiadores creen saber de dónde viene esta asociación

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13 de julio de 2018, 13:16 PM
13 de julio de 2018, 13:16 PM

¿De dónde viene la asociación popular de los colores con el género? Los historiadores piensan que comenzó a principios del siglo XX en el mundo occidental. Antes de esto, el rosado y el azul no tenían ninguna connotación específica de género, según publica el portal Gizmodo.

Contrario a lo que se suele pensar, la asociación se inició “al revés”. Justo antes de la década de 1920, el rosado fue considerado por muchas guías como más apropiado para los niños y azul para las niñas, también hay que decir que muchas personas ignoraron por completo las recomendaciones de género.

Una de las primeras referencias a este esquema de color original apareció en una edición de junio de 1918 de la publicación Earnshaw’s Infants Department. ¿Por qué? La razón era que el rosado, siendo un color más decidido y más fuerte, se veía más adecuado para el niño, mientras que el azul, que es más delicado, se asociaba para la niña.

Años después, en 1927, la revista Time imprimió un cuadro que destacaba los colores apropiados para cada sexo en niñas y niños, según los principales grandes almacenes de la época en Estados Unidos. Recomendaron a los padres que vistieran a los niños en color rosa y a las niñas en azul. 

Más tarde, por razones desconocidas, hacia 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, los fabricantes de ropa decidieron que el rosa era para las niñas y el azul para los niños, señala Gizmodo.

Luego se pasó por una etapa, la de los 60 y 70, donde hubo cierta neutralidad, la cual se vio socavada con los avances en las pruebas prenatales donde los padres podían averiguar el sexo de su bebé antes de tener que comprar ropa y accesorios.

Una vez más, los fabricantes y minoristas, por una cuestión de ventas, comenzaron a presionar con fuerza para lograr el fenómeno “rosa para niñas” y “azul para niños” que continúa arraigándose en nuestra sociedad actual.

Se ha sugerido que a los niños simplemente les gusta más el azul y a las chicas el rosa, pero los estudios que intentan averiguar si esto es cierto han arrojado resultados mixtos, excepto que muestran que la mayoría de los humanos prefieren el azul al rosa, y el rosa es en realidad uno de los colores “menos favoritos” del mundo adulto.

Lo cierto es que parece difícil que algún día sepamos si esto es verdad o no, principalmente porque es difícil realizar estudios a gran escala para determinar si los niños y las niñas están naturalmente predispuestos a un color u otro sin la introducción de sesgos de color aprendidos por nosotros los adultos.