Relación. Tu pareja se apropia del control de la tele para ver los partidos de fútbol y queda absorto con el Mundial. ¿Te suena conocido? Le damos algunos consejos para evitar conflictos en esta temporada

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3 de junio de 2018, 15:23 PM
3 de junio de 2018, 15:23 PM

Sueña fútbol, come fútbol, toma... decía la publicidad de una gaseosa. Y es más o menos lo que dentro de unos días más comenzará a ser la regla, debido al mundial de fútbol Rusia 2018. Durante un mes muchos esposos, novios o cortejos estarán pegados al televisor disfrutando del deporte... y con amigos. 

En caso de que a la mujer no le guste el fútbol y su pareja sea de los que ya tiene listo el fixture y al mundial le dedica alma, vida y corazón, dos terapeutas aconsejan establecer acuerdos y respetarlos. Las mujeres deben mentalizarse para el cambio en la rutina y los hombres organizar los juntes, sin incomodar. Ojo, que después del partido hay que limpiar y lavar.

Para la sicóloga Paula Benedict mientras se esté al tanto de los gustos del otro, y mientras no se actúe en contra de la relación o de los acuerdos éticos que se establecen al formar el vínculo, solo se neceitará una dosis de tolerancia y paciencia hacia los pasatiempos o pasiones de la pareja. A veces hay coincidencia y resulta más sencillo compartir o participar juntos.

“Cuando la esposa, la novia o la corteja no comparte la pasión por el fútbol, es prudente programar con anticipación los compromisos o actividades que suelen hacer en conjunto”, expresa.

A su vez, la sicóloga Liliana Zabala cree que una relación solida no se construye a base de prohibiciones en la pareja. La confianza y el vínculo afectivo, explica, nacen del respeto mutuo; y cada persona necesita de su espacio y tiempo para disfrutar sanamente con los amigos. 

La amistad es parte de la relación de pareja y se vinculan de uno u otro modo, ya sea a través del fútbol o de algunas reuniones y celebraciones entre amigos. “Prohibirle a su pareja que disfrute del mundial, no logrará mejorar el vínculo, si no es sólido. A veces los amigos brindan un clima cálido a la relación y el compartir con ellos puede ser más gratificante de lo que creen”, afirma.

Buscar alternativas
Si a la mujer no le gusta el fútbol, aconseja Liliana, debe aprovechar ese tiempo valioso para hacer cosas que no puede hacer normalmente, también puede ocupar esas horas para hacerse chequeos médicos, visitar a sus familiares, hacer caminatas y ejercicios, charlar con los hijos e interiorizarse de temas del colegio o de universidad, o hasta de repente realizar un viajecito con los hijos.

Es importante, recomienda Paula, que la pareja pueda agendar entre ambos los horarios y días de sus compromisos para seguir los partidos, pero con mesura. Es un evento mundial que sucede cada cuatro años, lo que ciertamente congrega a los aficionados y para a ocupar un primer plano en las actividades de esparcimiento, pero incluso el fan más duro del fútbol debe saber de límites.  

En criterio de Liliana, no vale la pena desperdiciar el tiempo en cosas no valiosas como enojarse, renegar por el fútbol o hablar mal de la pareja. Eso es falta de amor propio. “Una mujer que ama su pareja, respeta su espacio y debe esperar lo mismo en retorno. Unirse al festejo y disfrutar de la alegría del otro puede ser más saludable para la relación”, concluye.