Hace dos semanas que implementaron la medida. Al día, el pequeño auto a control remoto, transporta de tres a cinco pacientes. La estrategia sirvió para disminuir el estrés de los niños rumbo a la operación

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6 de marzo de 2019, 4:00 AM
6 de marzo de 2019, 4:00 AM

El Servicio de Cirugía Pediátrica, del Hospital Japonés tiene desde hace dos semanas un jeep a control remoto, es rojo y costó alrededor de Bs 3.000. El dinero salió de una actividad interna y la inversión se ha traducido en caritas sonrientes desprovistas del estrés que provoca separarse de los padres para enfrentar un desconocido y frío quirófano.

“Se nos ocurrió como forma de paliar la separación de los padres con los niños. El problema era entrar al quirófano solos; hay otra manera que es sedarlos, para eso hay que darles un químico, pero una mejor manera es esta. Ahora la mayoría llora, pero es para que no se los baje del auto. Con esto ya no es tan traumático, los niños entran felices porque el auto tiene música y bocina”, cuenta Germán Quevedo, jefe del Servicio de Cirugía Pediátrica.

Santiago Mercado Vaca (9) se subió por primera vez en su vida a un juguete a control remoto como este, fue operado de apendicitis aguda, pero el recuerdo que guarda de la operación fue el trayecto de camino al quirófano. Accedió a subirse para nuestra foto y por momentos atinaba a taparse la boca, emocionado con la experiencia. Es de escasos recursos y el privilegio de estar montado en semejante juguete lo hizo feliz.

El niño no es quien en realidad conduce, el jeep se mueve por control remoto que un médico dirige. Le ponen el cinturón de seguridad al pequeño paciente y él hace como que está manejando. ¿Tiene Soat? ¿Tiene permiso para estacionarse aquí? Bromearon las enfermeras que le dieron encuentro a Santiago en la puerta del quirófano.

Médicos sensibles

Esta original y creativa forma de llevar de buena gana a los pacientitos a ser operados se repite con todos los niños excepto recién nacidos. Son entre tres y cinco cirugías por día y el juguete soporta un peso de hasta 35 kilos.

El Servicio de Cirugía Pediátrica está compuesto por tres profesionales con ítem: Germán Quevedo, jefe del Servicio; Roberto Gama, subjefe; y Lucía Cava, además de un médico en su año de servicio social, Leonardo Gómez; y cuatro residentes que están en formación y entrenamiento para ser cirujanos pediatras.

Con frecuencia se acusa a los médicos de que en su trato diario con el dolor han perdido calidez y sensibilidad, pero iniciativas como esta echan por tierra las críticas. “Somos conscientes de que la persona tiene todo el derecho de quejarse, pero lo que muchos no saben es que hay médicos que trabajamos sin propaganda. Por ejemplo, en el Hospital Japonés se hacen grandes cirugías, ayer operamos a un bebé de un kilo que tenía una obstrucción del duodeno, una cirugía de alto porte, pero la gente no se entera de lo bueno que pasa”, resaltó Quevedo.

El pequeño jeep rojo es ahora un instrumento más de la medicina, como lo son un bisturí o una aguja en el quirófano.

“NO CONOZCO UNA SOLA ENFERMEDAD QUE SE CURE CON LA SERIEDAD, CON LA IRA O CON LA APATÍA”
La medicina suele ser un asunto serio porque muchas veces está en juego la salud y la vida, pero hay iniciativas que intentan librarla de los formalismos y la falta de empatía. El Instituto Gesundheit! (del alemán ¡salud!), es un centro médico situado a las afueras de Hillsboro, en las zonas rurales de Virginia Occidental, fue fundado por el médico Hunter ‘Patch’ Adams en 1972. El Instituto se creó, en coherencia con la visión de su fundador, con el propósito de revolucionar la atención de salud mediante la sustitución de la competencia y la avaricia por la generosidad y la compasión.

Uno de los proyectos del instituto implica el concepto de payasos humanitarios. El proyecto utiliza el recurso de la risa como elemento integrante de la atención eficaz al enfermo. En 2007 hubo una campaña para recaudar $us 1 millón para la construcción de un Centro de Enseñanza y una Clínica en Virginia que forme a los futuros médicos en la risoterapia que no prosperó.

“La risa es parte esencial de nuestra condición de humanos. Lo que no es de humanos es la seriedad. No conozco una sola enfermedad que se cure con la seriedad, con la ira o con la apatía. Lo más curativo es el amor, el humor y la creatividad”, declaró alguna vez ‘Patch’ Adams.

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