El primero ocurrió el sábado en El Paso (Texas) y estaría vinculado a un crimen de odio racial contra latinos. El segundo ocurrió en Dayton (Ohio). Hay conmoción en EEUU donde se reclama a Donald Trump mayor regulación de las armas

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5 de agosto de 2019, 3:00 AM
5 de agosto de 2019, 3:00 AM

Estados Unidos vivió uno de sus peores fines de semana por la violencia con armas de fuego, después de que dos ataques ejecutados en un lapso de menos de 24 horas provocaran, al menos, 30 muertos y más de 50 de heridos.

El primero de los tiroteos, registrado el sábado en un centro comercial de El Paso, Texas, causó 20 muertos y 26 heridos, algunos de ellos críticos, según las autoridades de esta ciudad del sur de Estados Unidos, que detuvieron a un hombre blanco de 21 años, Patrick Crusius, e investigan el ataque como posible crimen de odio racial por su ataque contra los latinos.

Pocas horas después de este ataque, a las 01:00 del domingo, hora local de Dayton, en el estado de Ohio, un hombre mató a nueve personas y causó 27 heridas antes de ser abatido por la policía, en un barrio de bares, restaurantes y clubes nocturnos de esa ciudad.

Las autoridades identificaron al sospechoso del tiroteo registrado la madrugada de ayer en Dayton (Ohio) como Connor Betts, de 24 años. “El autor está muerto por heridas de bala producidas por la respuesta policial”, declaró el teniente coronel de la policía local, Matt Carper.

 

Ataque en Ohio

Las autoridades investigan por qué el sospechoso abrió fuego en la calle “con un arma de cañón largo y con muchas municiones”, añadió. “Afortunadamente contábamos con muchos agentes en las inmediaciones cuando comenzó el incidente así que la violencia duró poco tiempo”.

Los agentes “neutralizaron al tirador en menos de un minuto”, según la alcaldesa de Dayton, Nan Whaley.

Betts llevaba un chaleco con balas y “un rifle de asalto tipo AK” con “revistas de alta capacidad”, cuando abrió fuego en el distrito de Oregón.

Anthony Reynolds, que salía de un club nocturno con un primo en ese momento, describió la escena de terror.

“Cuando vimos que los cuerpos empezaban a caer, nos dimos cuenta de que era grave (...) le gritamos a la gente ‘corran, hay un tirador’ porque muchos estaban conmocionados y no sabían qué hacer”, dijo a MSNBC. Describió al tirador como “un hombre blanco, todo de negro, con la cara oculta”.

 

Trump responde

El presidente Donald Trump escribió en Twitter que el primer tiroteo “fue un acto de cobardía” y que “no hay razones o excusas que justifiquen matar a personas inocentes”.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que tres mexicanos murieron en ese ataque, en tanto la Cancillería de ese país actualizó durante la mañana la cifra de connacionales heridos de seis a siete.

López Obrador dio sus condolencias y lamentó “este hecho, conozco El Paso, Texas, sé que es un lugar muy pacífico, de los condados con menos violencia en Estados Unidos”.

El Paso cuenta con 680.000 habitantes, el 83% de los cuales hispanos, según datos de 2018, y durante el último lustro registró un promedio de 18 homicidios al año, una tasa de homicidios baja en comparación con otras ciudades de tamaño similar.

Según Greg Allen, jefe de la policía de El Paso, en la frontera con México, el tiroteo se investiga como “un posible crimen de odio”, pues un manifiesto atribuido al sospechoso que circula en internet denuncia una “invasión hispana de Texas” y explica los motivos del ataque.

El precandidato demócrata y excongresista Beto O’Rourke, nacido en El Paso, acusó al presidente Donald Trump de incitar al odio cambiando “el carácter de este país” y llevándolo “a la violencia”.

Los fiscales van a pedir la pena de muerte para el sospechoso de perpetrar el tiroteo masivo ocurrido en una tienda Walmart, en El Paso, Texas, que provocó la muerte de 20 personas, dijo el domingo el fiscal de distrito local.

“Puedo decirles desde el principio que el cargo del estado es asesinato capital y también que él es elegible para la pena de muerte”, dijo en una conferencia de prensa Jaime Esparza, fiscal de Distrito. “Pediremos la pena de muerte”, reiteró.