Michelle Bachelet denunció las ejecuciones sumarias de la Policía en las favelas amparadas por el Gobierno central. Bolsonaro dijo que Augusto Pinochet evitó que Chile se transforme en una nueva Cuba. En Chile repudian a Bolsonaro

El Deber logo
5 de septiembre de 2019, 4:00 AM
5 de septiembre de 2019, 4:00 AM

Un informe de la alta comisionada de las Naciones para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que denuncia el retroceso de la democracia en Brasil y las ejecuciones sumarias en las favelas amparadas por el discurso oficial, encendió la furia del presidente Jair Bolsonaro, quien atacó de forma virulenta a la ex mandataria chilena.

La polémica con la funcionaria de la ONU ocurre en vísperas de una visita a Brasil del canciller chileno, Teodoro Ribera, quien será recibido hoy por su homólogo brasileño, Ernesto Araújo, y reafirmará las excelentes relaciones entre los presidentes Jair Bolsonaro y Sebastián Piñera, adversario político de Bachelet.

Bachelet advirtió sobre una “reducción del espacio democrático” en Brasil, en especial con ataques contra los defensores de la naturaleza y de los derechos humanos.

“Estos últimos meses, hemos observado (en Brasil) una reducción del espacio cívico y democrático, caracterizado por ataques contra los defensores de los derechos humanos, restricciones impuestas al trabajo de la sociedad civil”, declaró Bachelet en una rueda de prensa en Ginebra.

También señaló un “aumento” del número de personas que murieron a manos de policías en este país, dirigido por el presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro. Esta violencia afecta de manera desproporcionada a los afrobrasileños y a las personas que viven en las favelas, precisó.

La ex presidenta chilena lamentó igualmente el “discurso público que legitima las ejecuciones sumarias” y la persistencia de cierta impunidad. Denunció además la voluntad del Gobierno brasileño de liberalizar la posesión de armas.

“Entre enero y junio de 2019, solo en Río de Janeiro y San Pablo, se nos ha informado de 1.291 personas asesinadas por la Policía, un aumento del 12 al 17 % comparado con el mismo periodo del año pasado”, detalló Bachelet en relación con Brasil en ese balance, presentado en Ginebra.

Agregó además que la mayoría de las víctimas fueron habitantes de las favelas y afrodescendientes, todo en un contexto de “un marcado aumento de la violencia policial” y de “discursos que legitiman las ejecuciones extrajudiciales y la ausencia de rendición de cuentas”.

Ese es precisamente el discurso de Bolsonaro, quien suele decir que “bandido bueno es bandido muerto” y afirma que, si un policía mata a un delincuente, cualquiera sea la circunstancia, debería recibir una “condecoración” en vez de ser investigado.

Bolsonaro, al ataque

La respuesta de Bolsonaro no se dejó esperar. El mandatario acusó a Bachelet de defender a “vagabundos” y atacó incluso por el lado personal. “Señora Michelle Bachelet: si no fuera por el personal de (Augusto) Pinochet, que derrotó a la izquierda en 1973, entre ellos a su padre, hoy Chile sería una Cuba”, dijo Bolsonaro en respuesta a declaraciones de la ex presidenta chilena, quien criticó la violencia policial y la situación de los derechos humanos en Brasil.

“Nos acusa de que no estamos castigando a los policías que matan gente en Brasil”, pero “está defendiendo los DDHH de los vagabundos”, afirmó el líder de la ultraderecha brasileña en declaraciones ofrecidas a periodistas a las puertas del Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia.

Según Bolsonaro, “lo único” que tiene en común con Bachelet es el nombre Michelle, el mismo de su esposa, pero por lo demás solo puede expresar sus “pésames” a la expresidenta de Chile.

“Perdió la pelea con la agenda ambiental, igual que (Emmanuel) Macron, y ahora viene con la agenda de los derechos humanos”, dijo Bolsonaro, en alusión al embate verbal que mantuvo con el presidente galo a causa de sus críticas por los incendios desatados en la Amazonia y la falta de compromiso de Brasil con el medioambiente.

En el mismo tono beligerante, el presidente brasileño agregó que “parece que la gente que no tiene nada que hacer, como Michelle Bachelet, va para la silla de derechos humanos de la ONU”.

CHILE REPUDIA LA AFRENTA DEL BRASILEÑO

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, repudió las alusiones personales que hizo su par brasileño, Jair Bolsonaro, respecto de Michelle Bachelet y su familia. “No comparto en absoluto la alusión hecha por el presidente Bolsonaro sobre una expresidenta de Chile y especialmente en un tema tan doloroso como la muerte de su padre”, afirmó Piñera.

Por su parte, el ex secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza dijo el miércoles que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, es una vergüenza, pero que más allá de protestar por sus declaraciones sobre la dictadura chilena no se puede hacer nada.

“(Bolsonaro) es una vergüenza para Brasil y para la región, pero creo que no es mucho lo que se puede hacer, nada más que protestar”, dijo Insulza.

En un sentido similar se expresó el ex canciller chileno Heraldo Muñoz, quien en una declaración oficial dijo que Bolsonaro “es un presidente que no está a la altura del gran pueblo brasileño” y que “muchos brasileños deben sentirse avergonzados de su presidente”.