El pasado jueves, Trump anunció la imposición de nuevos aranceles a China por valor de hasta 60.000 millones de dólares anuales por supuestas afrentas a la propiedad intelectual estadounidense

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24 de marzo de 2018, 17:53 PM
24 de marzo de 2018, 17:53 PM

El Ministerio de Defensa chino dijo este sábado que la entrada de un buque de guerra estadounidense en las aguas del Mar del Sur de China es una "seria provocación política y militar", y exigió a Estados Unidos que respete la seguridad y soberanía de China.

 En un comunicado distribuido por la agencia oficial Xinhua con declaraciones del portavoz del ministerio, Ren Guoqiang, hechas el viernes, el funcionario explicó que el USS Mustin, un destructor de misiles guiados, ingresó "arbitrariamente" en las aguas que rodean las islas y los arrecifes en el Mar del Sur de China, antes de que dos buques chinos lo identificaran y le dieran una advertencia.

 Ren acusó a Estados Unidos de enviar "una y otra vez" buques de guerra a la zona, una situación que daña "gravemente" la soberanía y la seguridad de China y que va "en contra de las normas básicas de las relaciones internacionales".

“La soberanía de China sobre las islas y sus aguas circundantes en el Mar del Sur de China está fuera de toda duda", dijo Ren, quien agregó que el país asiático resguarda firmemente la libertad de navegación y sobrevuelo en el Mar del Sur de China de acuerdo con el derecho internacional, pero "se opone resueltamente a cualquier provocación ilegal en nombre de la 'libertad de navegación'”.

“Pedimos a los Estados Unidos que respeten la soberanía y la seguridad de China, respeten la voluntad de los países de la región, que desean paz, estabilidad y tranquilidad, y no problemas de la nada”, dijo.

Este incidente tuvo lugar dos meses después de que el pasado 17 de enero otro destructor de misiles, el USS Hopper, realizara una entrada arbitraria en las aguas que rodean la isla Huangyan en el Mar Meridional de China y fuera expulsado por el destructor de misiles chino Huangshan.

Además, tiene lugar tras una semana complicada por el aumento de tensiones entre China y Estados Unidos tras los aranceles a productos chinos impuestos por el Gobierno estadounidense que han despertado el miedo a una posible guerra comercial entre las dos potencias.

El conflicto 

El pasado jueves, Donald Trump anunció la imposición de nuevos aranceles a China por valor de hasta 60.000 millones de dólares anuales por supuestas afrentas a la propiedad intelectual estadounidense, lo que se suma a los polémicos aranceles del 25 % para las importaciones de acero y del 10 % para las de aluminio.

El objetivo de Trump es recortar el fuerte déficit comercial que tiene su país con China y castigar el presunto robo de patentes.

A cierre de 2017, el superávit comercial de China con EEUU era de 1,87 billones de yuanes (288.000 millones de dólares, 239.000 millones de euros), lo que supuso un aumento del 13 % respecto al ejercicio anterior en el primer año de la presidencia de Trump.

El miedo a una posible guerra comercial entre China y Estados Unidos hizo que el viernes los principales índices bursátiles del mundo cerraran en rojo, entre ellos el Dow Jones de Wall Street, que retrocedió un 1,77 %.