Los próximos tres meses son calificados de cruciales por muchos participantes para relanzar el acuerdo climático de París de 2015.   En diciembre, 190 estados signatarios se reunirán en Katowice, Polonia, para fijar las reglas para la implementación del pacto.

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14 de septiembre de 2018, 20:42 PM
14 de septiembre de 2018, 20:42 PM

La reunión sobre el clima en San Francisco termina el viernes con una gran incertidumbre: ¿se sensibilizarán los líderes mundiales frente a la presión de las ciudades y regiones del mundo antes de la próxima cita de negociaciones internacionales en diciembre?  Miles de delegados, entre alcaldes, gobernadores, representantes de ONGs y empresarios, se dieron cita por primera vez en California y durante toda la semana fueron más cautos que optimistas.

"Nunca hemos estado más necesitados de multilateralismo que en la actualidad", dijo Patricia Espinosa, la exministra mexicana para las negociaciones sobre el clima en las Naciones Unidas. "En el momento exacto en que más lo necesitamos, se pone en tela de juicio el orden internacional", agregó.

"Les diré la verdad", dijo el viernes el exjefe de la diplomacia estadounidense John Kerry. "Estamos muy lejos del objetivo".   "El peligro no es que no lleguemos sino que lleguemos demasiado tarde", dijo a los delegados, enumerando la lista de desastres recientes, en especial los huracanes que generaron pérdidas millonarias el año pasado, en momentos en que uno muy potente toca la costa atlántica de Estados Unidos.

Los próximos tres meses son calificados de cruciales por muchos participantes para relanzar el acuerdo climático de París de 2015.   En diciembre, 190 estados signatarios se reunirán en Katowice, Polonia, para fijar las reglas para la implementación del pacto.

"La energía de París se ha perdido", se lamentó uno de los pocos jefes de Estado presentes en la reunión de San Francisco, el húngaro Janos Ader. "El futuro de la civilización está en juego, este es el mensaje que tenemos que llevar a Katowice".   "Los gobiernos nacionales llegarán a Polonia impulsados por esta dinámica", afirmó Manuel Pulgar Vidal, responsable del tema climático de la prestigiosa ONG WWF.  

Pero los preparativos para este encuentro aparentemente técnico están paralizados, amenazando con dejar en evidencia la debilidad del pacto climático.   El método adoptado en 2015 es inédito: no se prevé ninguna sanción para los países. Cada Estado establece sus objetivos de reducción de emisiones, objetivos por el momento muy insuficientes para limitar a menos de 2°C el aumento de la temperatura global antes de fin de siglo, ya que la Tierra está a +1°C con respecto a la era preindustrial.

La ONU tiene previsto celebrar una cumbre en un año. "Ésta determinará si el acuerdo de París se puede salvar o no", dijo David Paul, ministro de Medioambiente de las Islas Marshal, amenazadas por desaparecer bajo aguas del océano Pacífico.

CO2 en aumento

Alcaldes, gobernadores y otros dirigentes regionales de Estados Unidos y de varios países de Europa y Asia han afirmado que ellos pueden tomar el relevo de los Estados, que han fracasado en apurar la transición a la electricidad y los vehículos "limpios".   "El problema está en las ciudades, y la solución será en las ciudades", dijo el multimillonario Michael Bloomberg, uno de los grandes patrocinadores de la cita de San Francisco.   "Es en las ciudades donde se enfrentará la mayor batalla", dijo a la AFP el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, cuya ciudad está construyendo su primer subterráneo y prevé restringir a los coches "limpios" el acceso a su centro histórico.  

Quito, Varsovia, Buenos Aires y Ciudad del Cabo son algunas de las ciudades que se han unido a Nueva York, Londres, París, Tokio y varios estados de Estados Unidos como California en este movimiento hacia el "cero carbono".

Varias multinacionales, como Unilever, Ikea, Sony, Walmart o Michelin, afirman que la ecología es compatible con el crecimiento.   El director ejecutivo de la cementera india Dalmia, Mahendar Singhi, promueve la tecnología que permita reducir las emisiones de sus plantas de producción. El cemento es una industria que consume mucha energía, en este caso carbón, y emite cantidades de CO2.

Pero "ser limpio y verde es rentable", aseguró a la AFP Singhi.   Las ciudades con los objetivos más ambiciosos y rápidos se encuentran principalmente en Europa y América del Norte, en países donde las emisiones ya empezaron a disminuir hace una década o más.   Sin embargo, las emisiones de CO2 de China, el mayor contaminante del mundo por lejos, y del resto de Asia continúan creciendo fuertemente. En conjunto, el mundo continúa emitiendo cada vez más y más CO2.

Quedan solo dos años

El objetivo de los próximos años es detener, finalmente, este crecimiento.   "Si no somos capaces de frenar la curva mundial de emisiones en los próximos dos o tres años, es extremadamente poco probable que logremos limitar el aumento de temperatura a 2°C", dijo el reputado climatólogo sueco Johan Rockström.

Miren el carbón, sugiere: los humanos cada año queman más.   "Estamos justo en el momento bisagra. ¿Vamos a perder una nueva década? Sabiendo que, científicamente, no hay ninguna ambigüedad, no podemos permitirnos perder otros diez años", advirtió Rockström.   El alto ejecutivo Mats Pellbäck Sharp, director de sostenibilidad de Ericsson, acompañó esa percepción. "Es hora de actuar y dejar de firmar declaraciones".