El estallido se dio en un territorio indígena en el suroccidente de Colombia. Por ahora habría al menos ocho muertos, según informó el Ministerio de Defensa este viernes 

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22 de marzo de 2019, 15:11 PM
22 de marzo de 2019, 15:11 PM

Las autoridades colombianas investigan si la explosión que dejó este jueves al menos ocho muertos y cuatro heridos en un resguardo indígena del departamento del Valle del Cauca (suroeste) fue provocada por una "eventual manipulación" de explosivos.

Así lo informó este viernes el Ministerio de Defensa, que detalló que la hipótesis inicial de las autoridades es que la explosión ocurrió por "manipulación no adecuada de explosivos, aparentemente pólvora negra" en el municipio de Dagua.

"Estaban en un resguardo indígena manipulando unos explosivos, y en la manipulación, sin tener los debidos conocimientos, simplemente lo explotaron y ya tenemos una cifra de muertos apreciables que ustedes la conocen", afirmó a periodistas el ministro de Defensa, Guillermo Botero.

El funcionario resaltó: "Es definitivamente una mala manipulación de unos explosivos que está entre pentolita y pólvora negra".

Según la cifra oficial que maneja esa cartera, son ocho los muertos, aunque el ministro aclaró que hay "posibilidad de un noveno", y cuatro personas más heridas, de los cuales "una perdió un miembro superior y otra un miembro inferior, así como hay un niño de cuatro años".

Por ello, un equipo conformado por miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI) y de la Seccional de investigación criminal de la Policía (Sijin) llegó al lugar donde ocurrió la explosión, pero inicialmente no se le permitió el ingreso.

La información agregó que horas después la comunidad dejó entrar a explosivistas de la Sijin pero "no permitió realizar la exploración técnica, por lo que no fue posible recolectar pruebas y los investigadores tuvieron que abandonar el resguardo".

El ministro Botero manifestó que "una vez ocurrieron los hechos los mismos indígenas se encargaron, sin poder hacerlo, de alterar el lugar de los hechos, tapar el hueco de la explosión, cambiar todo lo que había ocurrido, tratar de mostrar como si no hubiera sucedido nada".

"Tiene que haber unas organizaciones criminales detrás de ellos, sin lugar a dudas, porque cómo los consiguen. Esos explosivos o fueron entrados de contrabando al país o fueron obtenidos en un eventual mercado negro", señaló.

La explosión ocurrió en una finca de la vereda (aldea) de El Madroño, que está ubicada en Dagua, y la comunidad que está asentada allí es la Tatabra del cabildo indígena central mayor.

Allí tampoco permitieron realizar la "inspección técnica" a los cadáveres porque la comunidad argumentó "falta de garantías" y exigió la presencia de organismos internacionales para hacerlo.

El Ministerio aclaró que "en el lugar de los hechos no había operaciones de la Fuerza Pública".

Botero agregó que la hipótesis principal de las autoridades sobre el uso que se le quería dar a los explosivos era para hacer un daño a la vía entre Buenaventura y Buga, en el Valle del Cauca.

"Hay un respeto por la jurisdicción indígena y esperamos que ellos entreguen la información pertinente, que se permita la investigación, que entren los forenses a establecer cómo fue que ocurrió esta tragedia porque también tiene una característica de tragedia, pues hay un número considerable de muertos y heridos", dijo.

Entre tanto, el alcalde de Dagua, Guillermo Giraldo, explicó que contrario a las primeras versiones que circularon, la explosión ocurrió en una vivienda y no en una mina, "pues allí no hay ninguna actividad minera".

Inicialmente el coordinador de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres del Valle del Cauca, Jesús Copete, dijo a periodistas que la explosión ocurrió en una mina de oro.

Esa misma región ha sido escenario de cruentas protestas en las últimas dos semanas luego de que centenares de indígenas bloquearan la vía Panamericana, que conecta a Colombia con Ecuador, a la espera de que el presidente Iván Duque viaje a la zona para discutir acuerdos pactados con administraciones anteriores y que según ellos se han incumplido.

Durante las manifestaciones, que en algunas jornadas han derivado en brotes de violencia, han resultado heridos siete uniformados y uno más, identificado como Boris Alexander Benítez Leclerc, murió tras recibir un disparo en el cuello.

Según las autoridades, en las protestas también han resultado heridos tres indígenas y "doce particulares".