Este 27 de abril se realizará la primera cita en once años, un encuentro que abre la esperanza sobre una paz permanente en la península

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23 de abril de 2018, 7:30 AM
23 de abril de 2018, 7:30 AM

Las dos Coreas, divididas desde hace 65 años por una de las guerras más sangrientas de la historia, celebrarán este 27 de abril su primera cumbre en once años, un encuentro que abre la esperanza sobre una paz permanente en la península.

Esta reunión, que se celebrará en la aldea de Panmunjom y en la que se verán las caras el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, es el primer encuentro de este tipo desde la cumbre intercoreana de 2007 y se produce tras un año donde la tensión en la península alcanzó cuotas nunca vistas.

 Tras la II Guerra Mundial (1939-1945), EEUU y la URSS se repartieron la Península de Corea, colonizada por Japón desde principios del siglo XX, trazando una línea divisoria a lo largo del paralelo 38. El Norte quedó en manos de Moscú y el Sur de Washington.

 Los soviéticos pusieron a cargo de Corea del Norte a un guerrillero coreano que luchó contra la invasión japonesa en la región china de Manchuria.

 Se llamaba Kim Il-sung y con él nació en septiembre de 1948 la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) y una de las dinastías de dictadores más longevas y peculiares de la historia reciente, que ahora encabeza su nieto Kim Jong-un.

 La sangrienta Guerra de Corea comenzó cuando el Ejército norcoreano, con la venia de Moscú, invadió el Sur el 25 de junio de 1950, con el objetivo de reunificar un país dividido. Un sueño que el régimen norcoreano todavía mantiene como uno de sus principios ideológicos.

 Las fuerzas de Estaods Unidos encabezaron una coalición de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para defender el Sur en su lucha contra el Norte comunista, que tenía el apoyo de China y la Unión Soviética.

 El conflicto duró tres años y acabó el 27 de julio de 1953 con terribles consecuencias humanitarias y la firma de un armisticio que volvió a fijar la frontera en torno al paralelo 38.

 La devastación fue total en Corea y, según los historiadores, la cifra de civiles que pereció en la contienda fue de unos tres millones, la mayoría del Norte, lo que supondría entre un 12 y un 15 por ciento de la población que tenía el territorio en ese entonces.

 Según la versión norcoreana de este conflicto transmitida a través de la propaganda oficial, se trató de una contienda iniciada por el Sur y los invasores estadounidenses que responde oficialmente al nombre de "Gran guerra de liberación de la madre patria".

 Desde entonces, se han sucedido casi siete décadas de ataques y provocaciones armadas por parte de ambos estados, así como de negociaciones fallidas y tensiones en torno al programa nuclear norcoreano.

 En 1991, ambos países firmaron un acuerdo de reconciliación y no agresión, al que siguió después una declaración conjunta sobre la desnuclearización de la península coreana.

 La del próximo viernes será la tercera cumbre intercoreana de la historia, después de las que se produjeron en Pyongyang en los años 2000 y 2007, en el decenio conocido como la era de "la política del sol", que marcó la fase de mayor acercamiento hasta la fecha entre los dos países.

 Estas cumbres involucraron al fallecido líder y padre de Kim Jong-un, Kim Jong-il, y a los también desaparecidos expresidentes del Sur Kim Dae-jung y Roh Tae-woo, respectivamente, ambos liberales como Moon.

 La cumbre entre Seúl y Pyongyang se produce en un clima de acercamiento entre ambos países, y de saldarse con éxito, podría concluir con un tratado de paz que sustituya al armisticio de 1953 -también conocido como Paz de Panmunjom- y un plan concreto para la desnuclearización de la península.

 El encuentro también servirá para allanar el terreno de cara a la cumbre entre Washington y Pyongyang, que se podría celebrar a finales de mayo o principios de junio, pero de la que todavía no se ha fijado una fecha ni lugar.