La Bolsa de Buenos Aires cayó 37,01%. Mauricio Macri culpó al kirchnerismo y prometió medidas para revertir el pésimo resultado electoral. Alberto Fernández, el gran ganador, pidió al mandatario que se haga cargo de la debacle financiera

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13 de agosto de 2019, 4:00 AM
13 de agosto de 2019, 4:00 AM

El voto castigo a las políticas de ajuste le cobraron una dura factura a Mauricio Macri. Al mismo tiempo, el kirchnerismo, al mando de la expresidenta Cristina Fernández, encontró en el renovador Alberto Fernández la mejor carta para enfrentar al electorado descontento con la gestión K. La diferencia de más de 15 puntos frente al macrismo, coloca al peronismo en las puertas de la Casa Rosada si gana las elecciones del 27 de octubre.

“Esto es solamente una muestra de lo que va a pasar. Esto es por el pasado, hay un montón de gente que no deja su dinero en este país, que se va de este país. Es tremendo lo que puede pasar”, dijo Macri en una rueda de prensa junto a su compañero de fórmula Miguel Ángel Pichetto.

“Lo vengo diciendo desde hace tres años y medio. No podemos volver al pasado porque el mundo ve eso como el fin de la Argentina. El tema es que el kirchnerismo ya gobernó, el mundo conoce lo que hizo”, añadió el mandatario liberal en referencia a las políticas proteccionistas y de subsidios de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015).

Sismo financiero

El cimbronazo causó un terremoto en los mercados, donde el dólar cerró a 57,3 pesos por unidad, lo que significa un 19% de depreciación respecto del viernes pasado. La bolsa de Buenos Aires cayó 35% y los bonos se desplomaron un 30%.

Macri reconoció los resultados adversos en las elecciones internas del domingo, pero alertó que la pelea no ha terminado y que piensa revertir la actual tendencia negativa para lo cual prometió tomar medidas ante la fuerte depreciación del peso registrada ayer.

En una rueda de prensa tras reunirse con su Gabinete de ministros, culpó además al kirchnerismo, que venció en estas primarias, por la reacción adversa en los mercados al sostener que “no tienen credibilidad en el mundo”.

“Hoy es un día muy malo. Hoy estamos más pobres que antes de las primarias”, sostuvo el mandatario, que aspira a la reelección, en una jornada en que la Bolsa de Buenos Aires caía cerca de un 36%, uno de los mayores desplomes de su historia.

Tras los inesperados resultados de las primarias los inversores sacaron sus propias cuentas: Macri, el candidato “promercado”, difícilmente remontará puntos de cara a los comicios presidenciales de octubre.

Con una victoria casi asegurada del peronista Alberto Fernández, de duro predicamento contra la especulación financiera durante la campaña, la reacción de los inversores fue ayer, más que de aversión al riesgo, de pánico y súbito abandono de posiciones en activos argentinos.

El índice S&P Merval, el principal de la Bolsa de Buenos Aires, acusaba a media rueda un derrumbe del 35%, una de las mayores que recuerde el parqué local, con pérdidas muy por encima de este porcentaje en acciones líderes del sector de la energía y de los bancos, entre las que se registraban caídas de hasta el 50%.

En el mercado de títulos públicos argentinos, los bonos también se hunden casi un 30%, mientras que el índice de riesgo país trepa unas treinta unidades, hasta los 905 puntos básicos.

Los nervios de punta de los inversores también se hicieron notar en la plaza cambiaria.

En el mercado minorista, el precio del dólar estadounidense dio un salto del 19%, hasta los 55 pesos por unidad para la venta en el estatal Banco Nación, aunque en bancos privados y casas de cambio el valor de cierre promedió los 58,25 pesos por unidad.

Para tratar de frenar la disparada de la moneda estadounidense, el Banco Central elevó fuertemente la tasa de referencia -marcada por la colocación de Letras de Liquidez-, hasta el 74%, e intervino de forma directa en el mercado cambiario vendiendo dólares de sus reservas.

Sin que de momento ninguna autoridad ni del Ministerio de Hacienda ni del Banco Central hable públicamente de esta hecatombe en los mercados, las expectativas están puestas.

El jefe de Estado ha reclamado a la oposición que explique a los mercados qué planes tiene para la economía, sumida en recesión desde abril de 2018.

Alberto Fernández, quien hasta ahora no ha revelado quiénes integrarían su equipo económico en caso de llegar a la Casa Rosada, responsabilizó al Gobierno por la intranquilidad entre los inversores que, dijo, se dieron cuenta de “que han sido estafados”. “El presidente tendría que estar dando tranquilidad y los mercados están intranquilos por él, porque admiten que el Gobierno se metió en un escenario donde ahora no puede dar respuesta”, señaló.

El candidato del Frente de Todos, que lleva como compañera de fórmula a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), le reclamó a Macri que “se ponga las pilas” y “se dé cuenta de que lo que han hecho no le sirvió ni electoralmente ni en términos económicos”.

“Cada tropezón del Gobierno se convierte en una crisis económica y eso demuestra la debilidad que tiene”, aseveró.

A partir de lo que parecía tan sólo un sobresalto cambiario y luego se contagió a todos los sectores productivos, la economía argentina entró en un ciclo recesivo en abril de 2018 y el PIB cayó un 2,5% el año pasado.

De acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles, la actividad económica acumuló en los primeros cinco meses del año una caída interanual del 3,1%. A la recesión se suma un alto índice de inflación, que el año pasado, al calor de una fuerte depreciación del peso, acumuló un alza del 47%.

En el primer semestre del año la inflación acumuló una subida del 22,4%, pero el golpe a la moneda local asestado ayer por el mercado hace temer que los precios vuelvan a subir.