La mujer, cuya familia denunció su desaparición a finales de la década de 1990, no recibía un sueldo por las actividades que ejercía en la vivienda y fue sometida a un sinnúmero de torturas 

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25 de junio de 2019, 17:54 PM
25 de junio de 2019, 17:54 PM

Una pareja brasileña fue arrestada la noche del lunes acusada de recluir forzosamente a una mujer de 63 años en condiciones análogas a la esclavitud durante más de dos décadas, informaron este martes fuentes oficiales.

Según la Policía Civil, la víctima trabajaba en la casa de sus secuestradores como cuidadora y vivía aislada en una habitación con dos estancias, en la ciudad de Vinhedo, en el interior del estado de Sao Paulo.

La mujer, cuya familia denunció su desaparición a finales de la década de 1990, no recibía un sueldo por las actividades que ejercía en la vivienda y no podía mantener contacto con otras personas o abandonar las instalaciones en la que estaba recluida.

De acuerdo con las autoridades, los arrestados, identificados como Écio Pilli Junior y Marina Okido, también utilizaron los documentos de la víctima para abrir cuentas bancarias y emitir cheques sin fondo.

Las sucesivas estafas realizadas por la pareja en establecimientos comerciales de la región levantaron sospechas entre las autoridades, que realizaron búsquedas en la vivienda, donde encontraron a la señora.

A la Policía, la mujer le contó que era obligada a cuidar de la madre de uno de sus verdugos -una señora de avanzada edad de 88 años en silla de ruedas- a cambio únicamente de alimentación.

“La víctima estaba muy alterada psicológicamente y muchas veces se mostraba como culpable de la situación”, señala el registro policial del suceso.

De acuerdo con la prensa brasileña, la víctima, oriunda del sureño estado del Paraná, contó que se mudó a Vinhedo a pedido de los padres de Marina Okido y que pasó a trabajar como asistenta de hogar de la pareja.

Según explicó la víctima, fue torturada en diversas ocasiones e impedida de abandonar la vivienda.

Tanto la víctima como la madre de la secuestradora, cuya salud estaba debilitada, fueron ingresadas en centros de atención social.

La pareja de secuestradores responderá ante la Justicia brasileña por los delitos de estafa, tortura y reclusión forzosa.