El vicepresidente Mike Pence demandó diálogo y acusó al Gobierno de Daniel Ortega de utilizar armas contra obispos y sacerdotes

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26 de julio de 2018, 14:33 PM
26 de julio de 2018, 14:33 PM

Estados Unidos incrementó la presión sobre el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, al acusarle de librar una "guerra" contra la Iglesia católica, que actúa como mediadora en el diálogo destinado a solucionar el conflicto que ha dejado unos 448 muertos en cien días.

El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, se refirió a la crisis en Nicaragua durante una ceremonia sobre libertad religiosa en el Departamento de Estado y ante los representantes de 80 países, entre los que figuraban varios latinoamericanos como Colombia, México, Chile, Honduras, Guatemala y Panamá.

"En Nicaragua, el Gobierno del presidente Ortega está virtualmente librando una guerra contra la Iglesia católica", afirmó el vicepresidente.

Pence alabó la labor de la Iglesia católica en el diálogo nacional y criticó los ataques contra los obispos por parte de paramilitares favorables al Gobierno de Ortega y que operan con el consentimiento de la Policía Nacional, según organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

"Muchedumbres respaldadas por el ejército, armadas con machetes e incluso con armas pesadas han atacado parroquias y propiedades eclesiásticas. La policía ha agredido físicamente a obispos y sacerdotes", aseguró.

El vicepresidente reconoció al padre Raúl Zamora, que se encontraba en el público y al que llamó "héroe de la fe" por haber cobijado este mes en su parroquia de la Divina Misericordia a los estudiantes que huían de la represión en la Universidad Nacional de Nicaragua (UNAN), uno de los focos de las protestas contra Ortega.

"Déjeme decirle padre -pidió Pence- nuestras oraciones están con usted, y el pueblo de Estados Unidos está con usted por su libertad religiosa y por la libertad en Nicaragua".

Unas 448 personas han fallecido en las manifestaciones contra Ortega que comenzaron el 18 de abril, aunque la violencia se ha recrudecido en los últimos días con ataques como el de la UNAN y contra ciudades controladas por la oposición, como Masaya, lo que ha provocado la condena de la comunidad internacional.

Ortega atribuye la violencia a un esfuerzo de países como EE.UU. para derrocarlo y ha llegado a llamar "golpistas" a los obispos por haber propuesto adelantar a 2019 las elecciones fijadas para 2021.

 La cumbre sobre libertad religiosa, la primera que organiza un Gobierno de EE.UU., sirvió para respaldar la labor de la Iglesia católica como mediadora imparcial en el diálogo entre las autoridades nicaragüenses y la opositora Alianza Cívica, que reúne a la sociedad civil y sector privado.