Spanghero es acusado de haber comercializado esta carne bajo la mención "partes delanteras de vaca deshuesada", a sabiendas de que era de caballo, más barata en el mercado.

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19 de enero de 2019, 16:50 PM
19 de enero de 2019, 16:50 PM

Cuatro sospechosos serán juzgados a partir del lunes en París por la venta de carne de caballo en lugar de vaca seis años después del escándalo que sacudió Europa. La oenegé Foodwatch espera que este juicio permita "romper el círculo infernal" de los "escándalos alimentarios", y pide una mejora de la trazabilidad en la UE.

El caso estalló a comienzos de 2013 en Reino Unido. Los consumidores descubrieron que las lasañas vendidas como "de vaca" 100% podían ser en realidad de carne de equino, y que la carne que compraron creyendo que era de vaca y europea bien podría ser de caballo canadiense. Este escándalo alimentario (y no sanitario) reveló los opacos circuitos de suministros y transformación desde el matadero hasta que acaba en el plato. Como consecuencia, la gente empezó a desconfiar y a mirar más detalladamente el origen de los productos.

El caso Spanghero, que se juzgará a partir del lunes en un tribunal en lo penal de París, es el más mediático, pero no toda la carne de caballo detectada en la época transitó sólo por esta empresa. Comparecerán el exdirigente de Spanghero (la exempresa transformadora de carne asentada en Francia), Jacques Poujol, el exdirector de esta empresa a nivel local, Patrice Monguillon, y dos negociantes holandeses: Johannes Fasen y Hendricus Windmeijer. Se enfrentan a los cargos de estafa y fraude en banda organizada.

Se los acusa de haber engañado a la compañía de elaboración de platos de comida preparada Tavola, una filial luxemburguesa del grupo Comigel, vendiéndole en 2012 y al comienzo de 2013 más de 500 toneladas de carne equina en vez de bovina. Además de esta venta, Spanghero se deshizo de más de 200 toneladas de carne de caballo destinándola a salchichas y a platos de comida preparada.

En aquel entonces, la Dirección General de la Competencia, Consumo y Represión de Fraudes (DGCCRF) contabilizó 750 toneladas de carne de caballo vendida en 13 países europeos, o sea unos 4,5 millones de platos de comida preparada. Algunas marcas conocidas como Findus o Picard se apresuraron a retirar de la venta sus lasañas, musacas y chile con carne tras pruebas de ADN que confirmaron que no era "vaca" como pretendían.

"Carne de vaca deshuesada"

Las investigaciones sacaron a luz un fraude organizado y lucrativo que prosperó debido a la insuficiencia de controles. Una estafa "puesta en marcha desde Holanda" y "organizada en el seno de Spanghero", según los investigadores.

Se estima que Fasen, cuyos negocios pasaban por Chipre y Rumania en un contexto de guerra de precios, vendió carne de caballo a Spanghero borrando toda referencia a esta especie en los documentos transmitidos, con la excepción de un código aduanero. En 2012 ya había sido condenado en Holanda por otro fraude sobre la carne de caballo.

Spanghero es acusado de haber comercializado esta carne bajo la mención "partes delanteras de vaca deshuesada", a sabiendas de que era de caballo, más barata en el mercado, y de haber cambiado las etiquetas para hacer creer que había sido cortada y transformada en el lugar, cuando en realidad provenía de Rumania, Bélgica o Canadá.

Se prevé que Fasen y Poujol se acusen mutuamente ante el tribunal. El holandés afirma haber vendido carne de caballo a Spanghero con total transparencia y este último sostiene haber sido "víctima" del negociante. Fasen y los dos exdirectivos de Spanghero también serán juzgados por la importación de 65 toneladas de carne de cordero cortada mecánicamente, un método prohibido desde la crisis de la vaca loca.