De los 125 purpurados electores 59 de ellos ya han sido creado por el papa argentino, respecto a los 46 de Benedicto XVI y los 20 de Juan Pablo II

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27 de junio de 2018, 10:40 AM
27 de junio de 2018, 10:40 AM

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El papa creará mañana 14 nuevos cardenales, once de ellos menores de 80 años y por ello electores en un posible cónclave para elegir a un nuevo pontífice, y que siguen la línea de dar "universalidad" al Colegio Cardenalicio como pretende Francisco.

La huella de Francisco ya se nota en el Colegio Cardenalicio, pues de los 125 purpurados electores 59 de ellos ya han sido creado por el papa argentino, respecto a los 46 de Benedicto XVI y los 20 de Juan Pablo II.

Si se suman los tres mayores de 80 años que recibirán el "capelo" y el anillo cardenalicio mañana serán 74 los purpurados que ha creado Francisco en estos cinco años de pontificado.

Pero la verdadera huella del papa es la de haber plasmado su idea de Iglesia universal y no centralizada en Europa, y en particular en Italia, del Colegio Cardenalicio, con nombramientos que llegan desde rincones alejados del Vaticano.

Durante el anuncio del consistorio, Francisco ya indicó que "su procedencia expresa la universalidad de la Iglesia que sigue anunciando el amor misericordioso de Dios a todos los hombres de la tierra" y que la inclusión de estos nuevos cardenales en la diócesis de Roma, explicó, "manifiesta el indivisible vínculo entre la Sede de Pedro y las Iglesias particulares difundidas por el mundo".

Por ello mañana jurarán obediencia y fidelidad al papa y a sus sucesores con una fórmula en latín, el patriarca de Babilonia de los Caldeos, en Irak, Louis Raphael I Sako, en lo que se interpreta como un gesto de cercanía ante la situación de los cristianos perseguidos en la región y Joseph Coutts, arzobispo de Karachi, Pakistán, otro lugar donde los cristianos son una minoría.

Francisco quiere representación de todos los países y por ello también tras este consistorio habrá en el futuro cónclave un japonés Thomas Aquino Manyo Maeda, arzobispo de Osaka, y un purpurado de Madagascar, Désiré Tsarahazana, arzobispo de Toamasina.

En la Plaza de San Pedro, mañana también será creado cardenal un jesuita como el papa, el arzobispo de Huancayo, Pedro Ricardo Barreto Jimeno, y gran defensor de la Amazonía y del pueblo indígena.

El resto son nombramientos vinculados a la Curia como el español Luis Ladaria Ferrer, jesuita y que desde el primero de julio de 2017 es Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; el exsustituto de la Secretaría de Estado y ahora prefecto para La Causa de los Santos, Giovanni Angelo Becciu.

También el Limosnero pontificio, Konrad Krajewsky, que será cardenal entre los pobres ya que ha asegurado que continuará con su labor de salir a la calle a acudir a las personas sin hogar.

Completan los 14, el vicario de Roma, Angelo De Donatis, y el obispo de Leiria-Fátima, Antonio dos Santos.

Y los tres que ya han cumplido los ochenta años y que "se han distinguido por su servicio a la Iglesia", como dijo Francisco: el mexicano Sergio Obeso Rivera, el boliviano Toribio Ticona Porco y el español Aquilino Bocos Merino.

Aunque los cardenales europeos en un posible cónclave siguen siendo la mayoría, al pasar de 48 a 54, con Francisco el continente Americano ha pasado a 35, (17 de Norteamérica, 5 de Centroamérica y 13 de Sudamérica) y los de África pasan de 15 a 16; de Asia pasan de 14 a 17 y de Oceanía siguen siendo 4.

En la ceremonia de mañana llena de simbología, el papa leerá la fórmula de creación y citará los nombres de los nuevos cardenales, y su título o diaconía, la parroquia de Roma a la que serán asignados.

Seguirá la profesión de Fe y el juramento y de rodillas recibirán el capelo que el papa recordará que es "rojo como signo de la dignidad del oficio de cardenal, y significa que estás preparado para actuar con fortaleza, hasta el punto de derramar tu sangre por el crecimiento de la fe cristiana, por la paz y armonía entre el pueblo de Dios, por la libertad y la extensión de la Santa Iglesia Católica Romana".

 Y el anillo "signo de esa dignidad, de solicitud pastoral y de más sólida unión con la Sede del Apóstol San Pedro".

 E
l papa intercambiará después el beso de la paz con los nuevos miembros del Colegio Cardenalicio
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