Estableció un sistema para exportar cocaína, marihuana y otras drogas desde Colombia y Centroamérica hacia Estados Unidos. La Justicia lo condenó a cadena perpetua y otros 30 años simbólicos. Purgará la pena máxima en el ‘Alcatraz’ de las Montañas Rocosas

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18 de julio de 2019, 4:00 AM
18 de julio de 2019, 4:00 AM

Final de juego para el mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, uno de los narcotraficantes más célebres y peligrosos del mundo, que ayer fue condenado por un juez de Nueva York a pasar el resto de sus días en una cárcel de Estados Unidos. Cadena perpetua y otros 30 años simbólicos, por si acaso.

Brian Cogan, el juez federal de Brooklyn que presidió su caso, recordó su “crueldad abrumadora” en una audiencia que duró menos de una hora, y dijo que debía sentenciarlo por ley a prisión de por vida más 30 años adicionales, como solicitaba el gobierno estadounidense.

El capo de 62 años, vestido con un traje gris y por primera vez luciendo un espeso bigote en la corte, escuchó serio la sentencia y se quejó de que el juez se negó a realizar un nuevo juicio.

Guzmán agradeció a su familia por su apoyo durante los meses de juicio. Dijo que las oraciones de ellos le dieron la fuerza para soportar “la tortura” que han sido estos últimos 30 meses.

“Ya que el Gobierno de Estados Unidos va a enviarme a una prisión donde nunca más van a escuchar mi nombre, aprovecho para decirles: aquí no hubo justicia”, dijo en español ‘el Chapo’ al juez Cogan.

Fue la primera vez que habló en público desde que fue extraditado a EEUU en enero de 2017, y no pidió disculpas por sus crímenes.

“Estados Unidos no es mejor que cualquier otro país corrupto que ustedes no respetan”, afirmó.

‘El Chapo’ fue acusado de traficar o intentar traficar 1.213 toneladas de drogas durante un cuarto de siglo, así como 1.44 toneladas de base de cocaína, 222 kg de heroína, casi 50 toneladas de marihuana y “cantidades” de metanfetaminas.

Durante el juicio, la acusación presentó pruebas de que ‘El Chapo’ ordenó la muerte o torturó y mató él mismo a por lo menos 26 personas, incluidos supuestos informantes, narcos rivales, policías, socios y hasta familiares.

De las sombras a las penumbras

‘El Chapo’ encontró en el narcotráfico un negocio que le llevó a acumular una gran fortuna y aniquilar la pobreza en la que creció, y que, sin embargo, ahora le arrastra de vuelta a la penumbra con una condena de cadena perpetua.

La severa aunque esperada- sentencia se produce cinco meses después de haber sido declarado culpable de narcotráfico por un jurado tras un largo juicio por el que se pasearon decenas de testigos que dieron todo tipo de detalles sobre su red de negocios y su carácter despiadado, que le llevó a asesinar a miembros de su propia familia.

El sistema judicial de EEUU le condena así a pasar el resto de sus días entre rejas, en duras condiciones de aislamiento para garantizar que ‘El Chapo’ no vuelva a escaparse de la cárcel, como ya hizo en México en un par de ocasiones.

En los dos años y medio que lleva el capo en el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, se le ha negado cualquier tipo de comunicación con sus allegados, y es probable que la de ayer haya sido una de sus últimas veces en ver el mundo exterior.

Alcatraz de las Rocosas

Tras la sentencia, el narcotraficante fue llevado al penal de máxima seguridad ADX Florence, conocido como el ‘Alcatraz de las Montañas Rocosas’ o Supermax, a 90 millas de Denver (Colorado), que abrió sus puertas en 1994 para albergar a los reos que representan una amenaza para la seguridad nacional.

Allí, permanecerá 23 horas al día en una celda de paredes de hormigón a prueba de sonido para evitar la comunicación con otros reos, entre los que se encuentra el franco-marroquí Zacarías Moussaoui por su conspiración en los atentados terroristas del 11-S.

Tras ser condenado a cadena perpetua más 30 años simbólicos adicionales en un tribunal de Nueva York, ‘el Chapo’ se despidió en persona, con varios besos, probablemente por última vez, de su esposa Emma Coronel Aispuro, ya que estará incomunicado y no la vuelva a ver nunca más.

Una leyenda

Nacido el 4 de abril de 1957 en la localidad de Badiraguato (Sinaloa) y apodado El Chapo por su baja estatura, el todopoderoso emperador de las drogas creció en una familia pobre en un rancho conocido como La Tuna.

Se inició en el mundo de las drogas a los 15 años cuando comenzó a cultivar y vender marihuana y opio, “la única manera de tener dinero para comprar comida y sobrevivir”, según dijo en su famosa entrevista con el actor Sean Penn.

Pero el historial criminal por el que se le ha condenado no comenzaría hasta los años ochenta, como lugarteniente y hombre de confianza de Miguel Ángel Félix-Gallardo, “El Padrino”, fundador del primer cártel de Guadalajara (México).

Entonces, sin apenas estudios, El Chapo diseñó una estrategia para transportar cocaína y marihuana desde Colombia a EEUU en aviones, que hacían el viaje de vuelta a México cargados de dólares.

En la década de los noventa, con la detención en 1989 de Félix-Gallardo, el Chapo decidió ir por libre y crear el cártel de Sinaloa, que luchó contra sus rivales para hacerse con el control del narcotráfico en Guadalajara y que desde comienzos de los noventa transportó la droga entre EEUU y México a través de túneles.

Conocido y admirado por su excéntrica vida de lujo, Guzmán amasó tal popularidad en su región que se convirtió en el protagonista de decenas de canciones, lo que no impidió que fuera arrestado por primera vez en 1993 y condenado a 20 años de prisión, desde donde siguió estando a cargo del cártel.

El poder y dinero acaparados por el emperador mexicano de las drogas llevaron a la revista Time a situarlo en 2009 entre las 100 personas más influyentes del planeta y a la publicación Forbes a incluirlo a partir de 2012 en la lista de las personas más ricas del mundo.

Más tarde saltó a la fama con la serie televisiva que le dedicó Netflix, en la que se narra su ascenso y caída como traficante, además de sus escandalosas fugas carcelarias.

La primera, la de la prisión de Puente Grande el 19 de enero de 2001, y la segunda y más conocida, del penal de El Altiplano el 11 de julio de 2015, de donde salió por un túnel al que se accedía desde su propia celda. Será muy difícil que haga lo mismo en Supermax, pero el hombre tiene extensa fama.