El Ejecutivo asegura que todos los indicios apuntan a la organización guerrillera que había quedado fuera del proceso de paz con las FARC. La paz pende de un hilo

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19 de enero de 2019, 4:00 AM
19 de enero de 2019, 4:00 AM

El Gobierno de Colombia culpó ayer al Ejército de Liberación Nacional (ELN) del ataque con coche bomba que la víspera mató a 21 estudiantes en una academia de policía, además de al agresor, con lo que parece inminente el fin de los accidentados esfuerzos de paz con la última guerrilla del país.

De momento, el ELN no se ha pronunciado sobre las acusaciones, mientras está previsto un nuevo pronunciamiento de Duque frente a las turbulentas negociaciones de paz.

“El Gobierno nacional sabe y entiende que el ELN no tiene voluntad de paz”, sentenció el comisionado de paz, Miguel Ceballos, en una rueda de prensa junto con otras altas autoridades en la sede presidencial.

El acto terrorista contra la escuela de cadetes fue cometido por un experto en explosivos de ese grupo, identificado como José Aldemar Rojas Rodríguez, de 56 años y quien pereció en el atentado, según el ministro de Defensa Guillermo Botero.

De su lado, la Fiscalía reiteró las denuncias de que líderes del ELN se refugian en Venezuela, sumergida en una severa crisis económica y blanco de una fuerte presión encabezada por Estados Unidos que busca la salida de Nicolás Maduro del poder. Sin embargo, el Gobierno aseguró que no tiene evidencia que involucre a funcionarios venezolanos en este hecho.

Mocho Kiko

Conocido en las filas del grupo guevarista como “Mocho Kiko”, por haber perdido la mano derecha en una detonación, Rojas Rodríguez se desempeñaba como jefe de inteligencia dentro del frente Domingo Laín que opera en el departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela. Llevaba tres décadas en la organización.

“Es una operación que se estaba planeando hace más de diez meses”, afirmó Botero.

De nacionalidad colombiana, Rojas Rodríguez ingresó el jueves “de manera violenta” a la escuela a bordo de una camioneta gris Nissan Patrol cargada con 80 kilos de pentolita.

El vehículo explotó frente a los dormitorios de mujeres de la principal escuela policial del país con él adentro.

El estallido mató a 20 jóvenes entre 17 y 22 años, además del atacante. Entre los fallecidos hay una cadete ecuatoriana. También hubo 68 heridos, incluidos tres menores de edad, según la policía. Nueve personas siguen hospitalizadas.

Convocan a una marcha

Los colombianos han sido convocados para participar en una marcha el próximo 20 de enero en Bogotá en rechazo al atentado terrorista contra la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander.

“Marcharemos este domingo junto con María Juliana (primera dama) para expresarnos pacíficamente contra los violentos. Nos uniremos a esta iniciativa de la sociedad civil que busca decirles no a los terroristas. Nunca nos doblegarán”, dijo el presidente colombiano, Iván Duque

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