La Guardia Revolucionaria iraní, ejército ideológico de ese país, lanzó una dura advertencia apuntando contra EEUU. El presidente Trump aprobó el envío de soldados después del ataque contra las refinerías de petróleo de Arabia Saudita

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22 de septiembre de 2019, 3:00 AM
22 de septiembre de 2019, 3:00 AM

“Quien quiera que su territorio se convierta en el principal campo de batalla, adelante”, dijo el general de división Hosein Salami durante una rueda de prensa en Teherán, una semana después de los ataques contra instalaciones petroleras sauditas, reivindicados por los rebeldes yemeníes, pero que Riad y Washington atribuyeron a Teherán.

El jefe de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, advirtió ayer, un día después del anuncio de nuevos refuerzos militares estadounidenses en la región del Golfo.

“El presidente aprobó el despliegue de fuerzas estadounidenses, que van a ser de naturaleza defensiva”, anunció el pasado viernes el secretario estadounidense de Defensa, Mark Esper, quien consideró que los ataques del 14 de septiembre representaron una “escalada drástica de agresiones iraníes”.

Los ataques, que redujeron a la mitad la producción de petróleo saudita e hicieron que se disparara el precio del oro negro, atizaron el temor a un enfrentamiento militar entre Estados Unidos e Irán. En junio, la destrucción de un dron estadounidense por parte de Irán ya hizo temer una escalada.

“No permitiremos jamás que una guerra invada el territorio de Irán”, añadió el general Salami durante la inauguración de una exposición en el Museo de la Defensa Sagrada y de la Revolución Islámica, dedicada a unos supuestos drones estadounidenses capturados en territorio iraní.

“¿Qué hacen sus drones en nuestro espacio aéreo? Los abatiremos”, declaró, afirmando que Irán venció la “dominación tecnológica estadounidense”. 

“Confiamos en que no cometan los mismos errores estratégicos que en el pasado”, añadió el general iraní, enumerando una lista de incidentes entre Washington y Teherán y asegurando que su país estaba “preparado para cualquier tipo de escenario”. 

Contención

La semana pasada, ya el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Javad Zarif, afirmó que una respuesta por parte de los sauditas o de los estadounidenses comportaría una “guerra total”, si bien precisó que su país no tenía aspiraciones bélicas, pero que se defendería si fuera necesario.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que viajó a Arabia Saudita, dijo que los ataques fueron un “acto de guerra” pero después matizó que Washington daría prioridad a una “solución pacífica”. 

En sus declaraciones en público, Donald Trump se ha mostrado menos inclinado a las represalias militares. “Nunca hubo un país más preparado” que Estados Unidos, advirtió. “Lo más fácil que podría hacer es tirar abajo 15 cosas importantes en Irán”, declaró. “Pero no es a esto a lo que doy prioridad”, dijo, elogiando las virtudes de la “contención”.

Los rebeldes

Los rebeldes yemeníes hutíes, que reivindicaron los ataques del 14 de septiembre, también adoptaron una actitud menos agresiva al anunciar, el viernes, que se plantean interrumpir todos los ataques contra Arabia Saudita, en el marco de una iniciativa de paz destinada a poner fin a un conflicto de cinco años en Yemen. 

Hasta entonces, los hutíes habían amenazado con lanzar nuevos ataques contra Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. 

El despliegue de refuerzos estadounidenses es “una primera medida en respuesta a estos ataques”, agregó Esper en una rueda de prensa, precisando que Trump atendía una petición de Arabia Saudita y de Emiratos Árabes Unidos. 

Todavía no se decidió cuántas tropas se enviarán ni qué tipo de equipos, pero se tratará de un despliegue “moderado”, que no se contará en miles, precisó el jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Joe Dunford. 

“A veces, hablan de opciones militares”, declaró el general Salami, en aparente alusión a Washington, y advirtió que una “agresión limitada no se mantendría limitada” porque Irán sería categórico en su respuesta y no “descansaría hasta hundir al agresor”. 

El Gobierno iraní calificó ayer de “política fracasada” las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos, que optó el viernes por castigar al Banco Central de Irán, en represalia por los recientes ataques a Arabia Saudí.

Por su parte, el Gobierno de Arabia Saudí reaccionó con frialdad al anuncio de los rebeldes yemeníes hutíes de que no lanzarán nuevos ataques con drones.