Japón anunció este miércoles su retirada de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) con el objetivo de "reanudar la caza comercial el próximo julio", desafiando a los defensores de los cetáceos

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26 de diciembre de 2018, 7:26 AM
26 de diciembre de 2018, 7:26 AM

Japón anunció este miércoles su retirada de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) con el objetivo de "reanudar la caza comercial el próximo julio", desafiando a los defensores de los cetáceos 30 años después de haber puesto fin a esa práctica, al menos oficialmente.

En realidad, Japón nunca dejó totalmente de cazar ballenas, sirviéndose de un punto de la moratoria de 1986 que autoriza la captura de esos animales para la investigación. 

Pero ahora, retomará públicamente la caza con fines comerciales, como ya hacen Islandia y Noruega. 

Las críticas no han tardado en llegar. El gobierno australiano se dijo "extremadamente decepcionado" y exhortó a Japón a reconsiderar su posición.

Sin embargo, Japón se abstendrá de cazar "en aguas de la Antártida o en el hemisferio Sur", precisó el representante del ejecutivo, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa. 

El Gobierno prevé que la retirada se haga efectiva el próximo 30 de junio.

La asociación estadounidense Humane Society International (HSI) lamentó por su parte que el archipiélago "se convierta en una nación pirata" de caza de ballenas.

Japón, precisó la HSI, es el mayor contribuyente financiero de la Comisión Ballenera, que deberá reemplazar su parte de los fondos.

Pese al argumento científico esgrimido desde hace tres décadas por Japón para cazar ballenas, la carne del cetáceo suele ir a parar a las pescaderías. 

Aunque constituyó una importante fuente de proteínas en la posguerra, en la actualidad la mayoría de los japoneses aseguran que no la consumen, o que lo hacen muy de vez en cuando.