La falta de Trump, la confirmación de la ausencia de Nicolás Maduro y presencia de varios mandatarios que van de salida le restan brillo al evento que comienza el viernes en Lima

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11 de abril de 2018, 17:22 PM
11 de abril de 2018, 17:22 PM

Si algo preocupa hoy a los peruanos, es el agotamiento del álbum y las figuritas del Mundial de Rusia 2018. El centro de Lima está más pendiente de la pasión futbolera desatada por la clasificación a la cita futbolera que por lo que se desarrollará entre el viernes y el sábado a orillas del Pacífico: la Cumbre de las Américas.

Algo que puede haber desinflado el peso de la cita: La ausencia de Donald Trump, que se bajó del evento a última hora demostrando que más valioso para Estados Unidos es lo que suceda en medio Oriente que en su hemisferio y la confirmación de la ausencia de Nicolás Maduro, que finalmente no desafiará el veto de las autoridades peruanas y se quedará en Venezuela, sin siquiera poner un pie en la Cumbre de los Pueblos que se desarrolla en paralelo al evento que comenzó el lunes, con una convocatoria copada por delegados bolivianos y peruanos.

Mientras los peruanos pagan hasta 10 dólares por el cromo del escudo de su país para llenar el álbum oficial de una empresa italiana, el ciudadano de a pie está más pendiente de la consecuencia inmediata de la cumbre en su vida: los feriados decretados para el viernes y el sábado, los cortes de calle que complicarán aún más el intrincado tráfico limeño.

Otro punto que le quita cafeína a la cumbre es la presencia de presidentes que están de salida. En los próximos 12 meses, los hombres que lleguen hasta Lima ya no serán los mismos que gobiernen Colombia, Brasil, Cuba y México, habrá nuevos encargados en sus puestos.

Así, la discusión oficial girará sobre dos ejes: la situación de Venezuela, analizada desde su crisis políticas hasta la situación humanitaria de su población, y la ola de escándalos de corrupción que recorre las administraciones latinoamericana que ha provocado en el mismo mes, el cambio de presidente en Perú y el encarcelamiento de un exmandatario en Brasil. Eso mismo se discutirá en la cumbre paralela, pero desde otra perspectiva.

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