El gobierno de Maduro, que rompió relaciones diplomáticas con EEUU, calificó el desalojo como un acto de soberbia y dijo que el gobierno de Trump viola el derecho internacional.  

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16 de mayo de 2019, 15:40 PM
16 de mayo de 2019, 15:40 PM

Los últimos cuatro activistas pro Nicolás Maduro que permanecían en la embajada de Venezuela en Washington fueron desalojados este jueves por la policía, poniendo punto final a un inédito conflicto de semanas por la ocupación de la sede diplomática.

Desde hace más de un mes y con la anuencia del gobierno de Nicolás Maduro, un grupo de activistas estadounidenses dormían en el edificio para impedir la entrada de la delegación del líder opositor venezolano, Juan Guaidó, reconocido por Estados Unidos como presidente interino.  

"Varios oficiales del orden entraron en la embajada", dijo a la prensa la representante de los activistas, Mara Verheyden-Hilliard, abogada de la Asociación para la Justicia Civil, que confirmó que los cuatro militantes que quedaban en el recinto fueron arrestados.

Todo el perímetro de la embajada estaba acordonado y un furgón negro de la policía impidió ver el momento en que los activistas fueron introducidos en los vehículos de la policía.  

El gobierno de Maduro, que rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos, calificó el desalojo como un acto de soberbia y dijo que el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, viola el derecho internacional.  

"Una vez más la Administración Trump demuestra que le duele la verdad y reacciona con soberbia violando el Derecho Internacional", tuiteó el canciller venezolano, Jorge Arreaza.

Carlos Vecchio, representante de Guaidó en Estados Unidos anunció por Twitter la "liberación".

"La liberación de nuestra embajada fue gracias a la lucha de diáspora venezolana. Con sacrificio se mantuvo a las afueras contra todas las adversidades", escribió Vecchio en Twitter.  

El representante de Guaidó también señaló que con este paso, "se inicia el proceso de recuperación" de las sedes diplomáticas en el mundo.

Un grupo de venezolanos congregado delante de la puerta trasera de la embajada gritaban consignas como "Viva Venezuela".   

"Vine a ver el resultado de 14 días de nosotros como comunidad, pararnos aquí en nuestra embajada para reclamar lo que nos corresponde", explicó a la AFP Roberto Nasser, un venezolano de 56 años, que durante dos semanas pasó cerca de 16 horas diarias fuera de la embajada.

El propósito de los activistas, que denuncian la existencia de un plan de golpe de Estado contra Maduro, es impedir el ingreso de los delegados de Guaidó y custodiar el recinto luego de que salieran los últimos diplomáticos de Maduro el 24 de abril.  

Sólo cuatro personas quedaban en el recinto, después de que el lunes la policía notificara que desalojaría por la fuerza a los militantes que estaban ocupando la propiedad, que se habían agrupado en el Colectivo para la Protección de la Embajada, una plataforma de varias organizaciones de izquierda.   

Para Ariel Gold, militante de Code Pink, una de las organizaciones que conformó el Colectivo de Protección de la Embajada, la entrada de la policía fue un acto "ilegal que viola la convención de Viena".  

"Todavía no estamos seguros de cuáles son los cargos", dijo a la AFP.  

Después del fallido levantamiento de un grupo de militares contra el gobierno de Maduro el 30 de abril, venezolanos residentes en la capital estadounidense comenzaron a acampar fuera de la embajada y sitiaron a los activistas para impedir que entraran provisiones.

"Yo creo que sin hacer menoscabo del esfuerzo que nosotros hicimos aquí, tanto la comunidad como los diplomáticos, la embajada no es lo principal, es solamente una parte, esta es una situación que puede cambiar de un momento a otro", concluyó Nasser.