La ONU alertó que el Gobierno sirio y Rusia bombardean el último bastión rebelde en el noroeste del país. El Estado Islámico promete continuar su lucha armada

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8 de mayo de 2019, 4:00 AM
8 de mayo de 2019, 4:00 AM

La intensificación de los ataques aéreos y terrestres por parte del Gobierno sirio y su principal aliado, Rusia, contra los insurgentes en el noroeste de Siria, han provocado el desplazamiento de más de 150.000 personas desde el final del mes de abril, en el último bastión rebelde en el país árabe.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) indicó en su cuenta de Twitter que “más de 150.000 personas se han visto desplazadas debido a las intensas hostilidades”, y añadió que “al menos 7 hospitales y 9 escuelas se han visto afectados desde el final del mes de abril”.

La OCHA pidió a todas las partes que defiendan la legislación humanitaria internacional y protejan a los civiles.

Los bombardeos han provocado en las últimas horas además ocho muertos en varios puntos de esa región. Desde la noche de ayer la aviación rusa ha lanzado medio centenar de ataques aéreos contra áreas en las provincias de Hama e Idlib, junto a otras 20 realizadas por el Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, de acuerdo con el Observatorio Sirio de DDHH.

Estos bombardeos causaron la muerte de al menos siete civiles en Kafr Zita, en el norte de Hama, y en Ras al Ain, en el este de Idlib, informó la Defensa Civil Siria, los denominados “Cascos Blancos”, que operan en zonas que escapan al control del Gobierno sirio.

El Observatorio, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, confirmó esa cifra, y añadió que otro civil pereció en Maarat Hurma, en el sur de Idib.

La ONG indicó que desde el 30 de abril, fecha que marca el inicio de un pico de violencia por parte de Damasco y Moscú contra ese bastión insurgente, han perdido la vida 164 civiles.

El 2 de mayo, Naciones Unidas apuntó que más de 300 civiles habrían perdido la vida como consecuencia de las hostilidades en el noroeste sirio durante los últimos tres meses, 60 de ellos en abril.

Asimismo, estimó que unas 323.000 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares desde septiembre del pasado año.

La ONG francesa Unión de Atención Médica y Organizaciones de Socorro (UOSSM), que opera en zonas opositoras al Gobierno de Al Asad, apuntó ayer en un comunicado que desde el 21 de abril un total de 231.087 personas han huido de sus viviendas o campos informales debido a la escalada de los ataques.