En la playa de Alona en Panglao, isla de Bohol; y la de Buena Suerte en El Nido, en la isla de Palawan, se han registrado niveles "muy altos" de coliformes, un tipo de bacteria fecal, detalló la titular de Turismo a una radio local

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30 de noviembre de 2018, 8:05 AM
30 de noviembre de 2018, 8:05 AM

Las autoridades han prohibido el baño en algunas playas de Panglao y El Nido, dos de los principales destinos turísticos de Filipinas, debido a la contaminación de sus aguas, informó hoy la secretaria de Turismo, Berna Rómulo-Puyat.

En la playa de Alona en Panglao, isla de Bohol; y la de Buena Suerte en El Nido, en la isla de Palawan, se han registrado niveles "muy altos" de coliformes, un tipo de bacteria fecal, detalló la titular de Turismo a una radio local.

En Alona los niveles alcanzaron 16.000 y en Buena Suerte 1.300, cuando los niveles habituales de esa bacteria en playas suele ser de 100 y de 400 en piscinas.

"Los alcaldes en esos municipios deberían haber implementado una política para restringir al máximo el baño en la playa porque los niveles son alarmantes y el riesgo es alto", indicó Puyat.

La secretaria recordó que si un turista dice por las redes sociales que se enfermó por bañarse en alguna de esas playas, "toda la industria turística se verá afectada".

Puyat no mencionó cuándo se levantará la prohibición, pero apuntó que el Departamento de Medio Ambiente realiza controles de calidad del agua cada quince días.

La isla de Boracay, el principal destino turístico de Filipinas, permaneció este años seis meses cerrada para rehabilitar las contaminadas playas y el entorno natural después de años de turismo masificado y expansión hotelera desenfrenada.

La reapertura de Boracay al turismo, en octubre, se hizo con estrictas normas medioambientales que prohíben comer, beber o fumar en la playa, hacer deportes acuáticos cerca de la orilla o plantar hamacas y sombrillas, además de restringir el número de turistas a 19.200.

Desde el Departamento de Turismo han advertido a las autoridades locales y a los hoteles de El Nido y Panglao que deben respetar las normas medioambientales para no correr la misma suerte que Boracay, donde varios complejos hoteleros habían construido una tubería ilegal para verter directamente sus aguas residuales al mar.

A pesar de cierre de Boracay -que el año pasado acogió a más de dos millones de visitantes-, Filipinas recibió hasta septiembre 4,84 millones de turistas y el Gobierno confía en alcanzar el objetivo de los 7,5 millones para fin de año.