La Unión Europea rechazó el plan de May para concretar la salida del Reino Unido. Los europeos demandan mayores compromisos a Londres. Hay tensión diplomática

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22 de septiembre de 2018, 4:00 AM
22 de septiembre de 2018, 4:00 AM

La primera ministra británica, Theresa May, fustigó a los líderes de la Unión Europea (UE) calificando de inaceptable su rechazo al plan propuesto para el brexit y advirtiendo de que las negociaciones, que debían terminar en octubre, están “en un callejón sin salida”.

May se llevó un rapapolvo de sus socios europeos en la cumbre informal de miércoles y jueves en la ciudad austriaca de Salzburgo: su plan para sacar al Reino Unido de la Unión Europea manteniendo una estrecha relación comercial pero sin hacer grandes concesiones no funcionará, le dijeron.

Su intervención provocó la rápida reacción del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que dijo en un comunicado estar “convencido de que un compromiso, bueno para todos, aún es posible”.

“Estamos en un callejón sin salida”, lamentó la dirigente británica en una declaración televisada desde Downing Street.

“En este estadio, no es aceptable rechazar simplemente las propuestas de la otra parte sin una explicación detallada y sin contrapropuestas”, afirmó.

May mantuvo que su ‘plan de Chequers’, presentado en junio, y que prevé mantener una relación económica estrecha con la creación de una zona de libre comercio para los bienes industriales y los productos agrícolas, seguía siendo “la mejor manera de proteger los empleos aquí (en Reino Unido) y en Europa, y de evitar una frontera física entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda”, como reclama igualmente Bruselas.

En Salzburgo, los 27 mostraron su rechazo a la propuesta británica, considerada incompatible con la integridad del mercado único y el mantenimiento de las cuatro libertades de circulación (bienes, servicios, personas y capitales).

Theresa May exigió ser tratada “con respeto” por sus homólogos europeos y afirmó que Londres esperaba ahora que Bruselas proponga “una alternativa”.

“Hasta entonces, no podemos progresar”, concluyó la mandataria con tono impositivo.

“Por el bien de las negociaciones y por respeto a los esfuerzos de la primera ministra Theresa May, hemos decidido considerar el plan de Chequers como un paso en la buena dirección”, respondió Donald Tusk.

Este explicó que “la posición británica, antes y durante la cumbre de Salzburgo, sorprendentemente dura e intransigente” llevó a los dirigentes europeos a “reiterar su posición sobre la integridad del mercado único”.

El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, consideró que las dos partes “entraban en una fase difícil”, pero subrayó que estaba decidido a llegar a un acuerdo.

Momento delicado

Para Simon Usherwood, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Surrey, los europeos efectuaron “una especie de aclaración” ante las informaciones que circulaban en el Reino Unido, según las cuales la UE estaba “dispuesta a hacer concesiones”. Una aclaración que llega en un momento muy delicado para May, a solo unos días de tener que rendir cuentas ante su partido, que se reúne en congreso a partir del 30 de septiembre en Birmingham (centro de Inglaterra).

La prensa británica afirmó unánimemente que May, quien esperaba encontrar un cierto apoyo de los líderes europeos frente a la creciente oposición interna en su propio partido, había sido “humillada” por estos. Theresa May es “incapaz de obtener un buen acuerdo sobre el brexit”, reaccionó el jefe de la oposición, el líder laborista Jeremy Corbyn. “Se puso en una situación imposible”, declaró Keir Starmer, el pro-brexit del Partido Laborista.

“Pensaba (Theresa May) que la reunión (de Salzburgo) con los europeos iba a ayudarle durante el congreso (conservador), pero le ha perjudicado”.

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