El presidente pidió a los demócratas ponerse de acuerdo en temas nodales y alertó que su gestión se paralizará si le inician investigaciones parlamentarias. Nancy Pelosi y el expresidente Barack Obama anticipan que el cambio recién comienza

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8 de noviembre de 2018, 4:00 AM
8 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Donald Trump se desentendió ayer de la derrota sufrida frente a los demócratas en la Cámara de Representantes, resaltó el triunfo de los republicanos en el Senado y advirtió que el inicio de una investigación parlamentaria a su gestión paralizará el Gobierno. Los demócratas advirtieron que se terminó el tiempo de la división y que comienza una nueva etapa política.

Trump amenazó con negarse a cooperar con los demócratas en temas legislativos si inician investigaciones en su contra desde la Cámara Baja y pronosticó que si eso ocurre, le otorgará puntos políticos de cara a las elecciones presidenciales de 2020.

“Si eso ocurre (y me investigan), vamos a hacer lo mismo (contra los demócratas desde el Senado), y el Gobierno se paralizará, y les echaré la culpa”, dijo Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca en la que tuvo varios altercados con periodistas.

“Y eso probablemente será mejor para mí políticamente. Creo que sería extremadamente bueno para mí políticamente, porque creo que soy mejor en ese juego que ellos”, agregó.

El mandatario dijo que espera trabajar de forma “bipartidista” con los demócratas en temas como la infraestructura y la sanidad, pero advirtió que no lo hará si la oposición usa su nuevo poder para investigarlo en relación con sus declaraciones de impuestos o con la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016.

“No podemos hacer ambas cosas simultáneamente”, indicó en referencia a la cooperación legislativa y las investigaciones.

Trump había amenazado poco antes en un tuit con usar el control republicano del Senado para abrir investigaciones contra los demócratas por “filtración de información confidencial”. Además, agregó, los demócratas no tienen “nada, cero” de información comprometedora contra él.

La líder demócrata de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, aseguró que “mañana será un nuevo día” para el país después de que su partido arrebatara la mayoría en esa cámara a los republicanos en los comicios de medio mandato celebrados anteayer.

Pelosi, quien será a partir de enero la presidenta de la Cámara Baja estadounidense después de ocho años en manos conservadoras, insistió en que el logro de los demócratas no tiene que ver con las diferencias partidistas, sino con “conservar los valores constitucionales” de Estados Unidos.

“Con esta nueva mayoría demócrata vamos a honrar los valores de nuestros padres fundadores”, insistió la congresista por California en su discurso de victoria, tras rechazar la división y subrayar la necesidad de “restaurar el control y la división de poderes”.

“Todos hemos tenido suficiente división. El pueblo estadounidense quiere la paz. Quiere resultados”, reiteró la demócrata.

El ex presidente estadounidense Barack Obama advirtió que la reconquista de la Cámara de Representantes en el Congreso es apenas el comienzo del cambio que considera necesario en el país. “Nuestro trabajo continúa”, señaló Obama. “El cambio que necesitamos no vendrá de una sola elección, pero es un comienzo”.

Economía, el salvavidas

Con el trasfondo de una economía sólida, los republicanos evitaron un desastre en las elecciones estadounidenses del martes, pero el programa económico de Donald Trump estará muy acotado por el avance de la oposición demócrata.

Con un Congreso dividido desde el año que viene y ya con la mirada puesta en las presidenciales de 2020, la polarización de Washington tornará casi improbable sancionar grandes leyes económicas, dijeron analistas.

Pero los observadores también señalaron que los republicanos hubieran sufrido mayores pérdidas si no fuera porque el desempleo está bajo, los salarios están aumentando y la economía crece impulsada por rebajas fiscales y estímulos aprobados en el Congreso por ambos partidos.

Pese a la perspectiva de un empantanamiento del Congreso, Wall Street acogió con calma los resultados.

La solidez de la economía de Estados Unidos mitigó las pérdidas de los republicanos.

“La economía mantiene competitivos a los republicanos a pesar de Trump. Es una situación extraña”, dijo Gary Jacobson, profesor de Ciencia Política de la Universidad California San Diego.

Los republicanos quedaron en medio de la impopularidad de Trump y la fortaleza de la economía. “Normalmente un presidente con una economía como la actual tendría 10 o quizás 20 puntos más”, dijo Jacobson. “Es evidente que si la economía no estuviera tan bien, habría sido un real desastre”, acotó el analista.

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