Asiduo a los golpes de efecto, Pedro Sánchez amenazó con dimitir en una carta de cuatro páginas que publicó la tarde del miércoles en su cuenta en la red social X. ¿Estrategia política o apuesta sincera?

25 de abril de 2024, 9:11 AM
25 de abril de 2024, 9:11 AM

El sorpresivo anuncio del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de que evalúa dimitir tras la apertura de una investigación judicial sobre su esposa conmocionó al país. ¿Estrategia política o apuesta sincera? Estos son los escenarios que se abren ahora.

Golpe en la mesa

Asiduo a los golpes de efecto, el mandatario socialista amenazó con dimitir en una carta de cuatro páginas que publicó la tarde del miércoles en su cuenta en la red social X, sin siquiera informar antes a sus ministros más cercanos, según han admitido algunos de ellos este jueves.

Un gesto sin precedentes que buscaría, según varios analistas, dar un golpe en la mesa y recuperar la iniciativa frente a la oposición de derecha, en medio de una extrema polarización de la vida política española.

En su misiva a los españoles, Sánchez denunció "la gravedad de los ataques" contra él y su esposa, enmarcados, a su juicio, es una campaña de "acoso" y desestabilización emprendida por la derecha y la extrema derecha "que no aceptan el veredicto de las urnas".

La apertura de la investigación judicial contra su esposa, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias y corrupción, a pedido de una asociación ligada a la extrema derecha, estaría inserta en esta campaña, estimó Sánchez.

"Sánchez es una animal político" que "ha decidido que pasa al ataque", para intentar "cambiar las coordenadas de la conversación" pública, dijo a AFP Oriol Bartomeus, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona.

"Da un golpe sobre la mesa" con la finalidad "de volver a poner el foco donde él quiere", señaló de su lado Paloma Román, doctora en Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid.

Cuestión de confianza

El presidente del gobierno, que canceló todas sus actividades públicas, incluida su participación en los actos de inicio de la campaña para las cruciales elecciones regionales del 12 de mayo en Cataluña, anunciará el lunes su decisión a la prensa.

Los analistas creen que una de sus opciones es decidir someterse a una cuestión de confianza en el Parlamento, para demostrar a España que él y su gobierno en minoría siguen contando con el apoyo de la mayoría en el Congreso de los Diputados.

El independentista catalán Carles Puigdemont, aliado impredecible del gobierno, instó a Sánchez a someterse a dicho examen parlamentario, una opción poco arriesgada ya que para superarlo necesita solo una mayoría simple de los diputados.

Y la mayor parte de sus aliados en el Congreso ya han manifestado su apoyo.

El partido de izquierda radical Podemos fustigó los ataques de "la derecha política, mediática y judicial" contra Sánchez y la izquierda en su conjunto, mientras que los separatistas catalanes de ERC aseguraron que darían su voto a favor en una cuestión de confianza.

Dimisión con o sin elecciones

Si bien la oposición ha tachado desde el miércoles el anuncio de Sánchez de "espectáculo" y teatro político tendiente a reagrupar sus filas, la posibilidad de una dimisión no debe excluirse del todo, según los analistas.

"Los asesores más cercanos a Sánchez y la dirección del Partido Socialista dedicarán los próximos días a convencerlo de que se quede", pero su "decisión", motivada por consideraciones "personales", es "particularmente difícil de predecir", estimó Antonio Barroso, analista del gabinete de ideas Teneo.

Si Sánchez, en el poder desde 2018, renuncia, los socialistas podrían proponer a otras persona para ser investida como presidente del gobierno por el Congreso.

Pero la "hiperpersonalización del poder por parte de Sánchez" dentro de las filas socialistas hacen poco probable esta hipótesis, a juicio de Paloma Román.

En todo caso, el nombre que más suena es el de la número dos del gobierno, María Jesús Montero, ministra de Hacienda y antigua portavoz del ejecutivo.

Pero a ella le sería "difícil armar una mayoría" en la cámara baja, estima Barroso, según el cual Sánchez podría dimitir y convocar elecciones anticipadas, a las que volvería a presentarse.

Para hacerlo, no obstante, tendría que esperar hasta finales de mayo, ya que la Constitución impone un plazo de un año entre dos convocatorias para las legislativas y las últimas, celebradas el 23 de julio, fueron anunciadas el 29 de mayo, un día después de la debacle de la izquierda en unos comicios locales y regionales.

Esta última opción conllevaría mucho riesgo para Sánchez, según Barroso, ya que todas las encuestas las lidera el Partido Popular (PP, derecha).