Ucrania llamó el sábado a China, aliada estratégica de Moscú, a “condenar la barbarie” de Rusia. Según el informe de la ONU, la mayoría de las bajas civiles fueron causadas por el uso de armas explosivas de “amplia área de impacto”

20 de marzo de 2022, 4:45 AM
20 de marzo de 2022, 4:45 AM

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU (Acnudh) declaró este sábado que, al 18 de marzo, al menos 847 civiles habían muerto y 1.399 habían resultado heridos en la guerra en Ucrania, desde el inicio del conflicto bélico.

La mayoría de las víctimas se produjeron por armas explosivas, como bombardeos de artillería pesada y sistemas de lanzamiento de cohetes, así como por ataques aéreos y con misiles.

Los ataques aéreos rusos se sucedieron el sábado a un ritmo vertiginoso en Mikolaiv (sur), donde un bombardeo mató el viernes a decenas de soldados en un cuartel, informó el gobernador regional, Vitali Klim.

El gobernador no ha dado hasta el momento ningún parte de daños ni de eventuales víctimas de las últimas incursiones.

En cuanto al bombardeo del cuartel, las estimaciones de los testigos presentan grandes variaciones. “No menos de 200 soldados dormían en el cuartel”, contó un soldado de 22 años, que llegó desde otro puesto cercano. Otro militar estimó que el balance de ese ataque podría ser de un centenar de muertos.

Los rusos “dispararon cobardemente misiles contra soldados que dormían. Las operaciones de rescate se prosiguen”, indicó el gobernador Klim.

Estrenando misiles

El ministerio de Defensa ruso indicó que había usado por primera vez misiles hipersónicos Kinjal, para destruir un depósito subterráneo de armas. El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que ese tipo de misil formaba parte de un arsenal “invencible”.

“Ucrania se ha convertido desgraciadamente en terreno de ensayo de todo el arsenal ruso de misiles”, dijo el portavoz de la aeronáutica ucraniana, Iuri Ignat, al portal Ukrainska Pravda.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, cree sin embargo que la apuesta puramente militar no resolverá el conflicto y puede incluso resultar un arma de doble filo para Putin, acusado por oenegés y dirigentes occidentales de cometer “crímenes de guerra”.

Cuerpos entre los escombros

En el terreno, el Ministerio de Defensa ruso informó de la destrucción de centros de radio e inteligencia ucranianos en las afueras de Odesa, en Velikodolinske y Veliki Dalnik.

Ucrania admitió que había perdido “temporalmente” el acceso al mar de Azov, si bien Rusia controla de facto toda la costa desde principios de marzo y mantiene el cerco a la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol.

El ejército ruso aseguró que había logrado entrar y combatir en el centro de la ciudad junto a milicias de la “república” separatista prorrusa de Donetsk (en el este de Ucrania).

Las autoridades ucranianas acusaron a la fuerza aérea rusa de haber bombardeado “deliberadamente” el teatro de Mariúpol lo que Rusia ha negado. En un refugio antiaéreo bajo este edificio se encontraban “más de mil” personas.

Zelenski dijo que se había rescatado de los escombros a más de 130 supervivientes y precisó que “continúan las operaciones”.

Un grupo de 19 niños y adolescentes de 4 a 17 años de edad, en su mayoría huérfanos, se hallan “en gran peligro” tras verse bloqueados en una clínica de Mariúpol especializada en tratamientos pulmonares, indicaron el sábado sus familiares y testigos.

Según Zelenski, gracias a los corredores humanitarios establecidos en el país, más de 180.000 ucranianos han podido escapar de los combates, incluidas más de 9.000 personas de Mariúpol.

Desde el 24 de febrero, más de 3,2 millones de ucranianos han emprendido el camino del exilio, casi dos tercios de ellos a Polonia.

En Francia manifestaron su repudio por el ataque ruso a Mariúpol.