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11 de mayo de 2018, 4:00 AM
11 de mayo de 2018, 4:00 AM

No duró más que diez días la esperanza cruceña de recuperar las regalías de Incahuasi, congeladas el año pasado por el dictamen del anterior Tribunal Constitucional que habilitó la candidatura de Evo Morales. Un juez había dispuesto recientemente el descongelamiento, pero el nuevo TCP se pronunció ayer en contra de ese fallo, con lo que Santa Cruz queda otra vez perjudicada por este enredo judicial. Si estaba complicado el entuerto con los bloqueos y desbloqueos en Macharetí y en otras zonas, la resolución de los magistrados traslada ahora con mayor fuerza el foco del conflicto a la región cruceña, que reclama acatar el primer estudio sobre la ubicación del megacampo. Otro informe prometido para los siguientes días tendría que zanjar un problema que no tiene miras de solución. Al contrario, el Gobierno está en una encrucijada que no ha sabido manejar.  

El ministro de Hacienda está optimista con el desempeño de la macroeconomía en el primer trimestre. Hay un repunte de los ingresos del gas por el alza del precio del petróleo, aunque es posible que nunca llegue a los niveles de los tiempos de bonanza. También habrían mejorado las ventas al exterior de algunas materias primas, especialmente de minerales. Sin embargo, son alivios cíclicos en un momento de desaceleración y no es una situación de mejoría estructural del modelo. Al contrario, los privados mantienen su emergencia por el alza de costos, que resultan un cuello de botella para un despegue real. Por ahora no hay en este campo una medida esperanzadora.

Algunas veces Trump provoca risas con sus ocurrencias. La última es su dicho: “Todo el mundo cree que merezco el Nobel de la Paz”. Sí, es el presidente que anunció un bombardeo a Siria con “misiles bonitos, nuevos e inteligentes”.

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