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10 de octubre de 2018, 4:00 AM
10 de octubre de 2018, 4:00 AM

Minutos después del fallo adverso en la Corte de La Haya, el presidente Evo Morales dio una declaración de prensa aceptando el dictamen... Momento difícil: tenía que ponerle el rostro a la derrota... Es ese instante en el que un político nunca quiere estar... Pero no apareció solo, quiso el destino (a veces el destino se emparenta con la decencia) que a su lado estuvieran Carlos Mesa, Jorge Quiroga, Rodríguez Veltzé y Guido Vildoso... Cuatro ex presidentes...

La realidad también tiene pinceladas de maravilla... Jorge Quiroga y Carlos Mesa habían llegado hasta allí golpeados por las miserias de la política, enjuiciados y vilipendiados... Y podrían haber evadido el mal momento... Al final, ellos no elaboraron la demanda ni la conocían in strictu sensu... y con todo derecho podrían haber desperdiciado esa magnífica oportunidad de ponerse en la primera fila de los perdedores... Pero no lo hicieron... no miraron a un costado... no les dijeron a los juristas que antes balbuceaban victorias de ensueño: “Pase usted doctor”... No... y, por el contrario, dieron el paso adelante y respaldaron a Evo, cuando le tocó decirnos que la pesadilla era cierta: Chile nos había batido en La Haya.

Borges nos acostumbró a entender los momentos heroicos como un acto involuntario / casi reflejo... en el que un individuo se iluminaba y sabía quién era... En este caso, al ver esa imagen de Tuto y Mesa dos grandes señalados por el dedo acusador de la política... pienso que fuimos muchos (ojalá todos) los que nos dimos cuenta, en ese instante fatal, quiénes eran estos dos hombres: dos bolivianos, dos expresidentes, dueños de una decencia minuciosa.

En estos momentos de sobre interpretaciones y de revanchismo... me parece bueno resaltar y escribir que son estos gestos los que nos pueden ayudar a salir del derrotismo... El dolor no se combate con la urgencia de envalentonamientos nuevos, sino con templanza... “¿Sin la templanza, haz visto tú perfecta alguna cosa?”, interrogaba el anónimo sevillano...

Gracias Tuto y Carlos, por la decencia... Un mal paso no anula el camino / el mar nos sigue esperando... Azul de marmol / exacto... y nuestros sueños siguen invictos... Mar nuestro /cautivo... pero mar de todos los días...

* La frase “Anatomía de un instante” es de un libro de Javier Cercas

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