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8 de abril de 2019, 3:59 AM
8 de abril de 2019, 3:59 AM

Bs 12 millones para una empresa mexicana. Se llama Neurona y trabajó para el Ministerio de Comunicación en la producción de contenido digital y audiovisual sobre los logros del Gobierno, el tema marítimo y para denunciar la capitalización desde 2017 hasta enero de este año. La contratación fue directa (sin licitación). Las cifras no dejan de sorprender. El monto asignado es más de lo que el presidente ganaría en 20 años, incluyendo doble aguinaldo (considerando que su sueldo mensual es de Bs 24.251, según el D.S. 3545). No sabemos si quienes optaron por esta firma, buscaron inicialmente a profesionales bolivianos capaces de hacer lo mismo y más, que sin duda existen. Con tanta generosidad, sería optimista pensar que también hay recursos para la contratación democrática de espacios publicitarios en todos los medios del país.

Los acuerdos con Neurona pasaron a la Contraloría. Hay que esperar el informe para saber si fue válido hacer contratos directos con esta firma y por esos montos. Es destacable que el nuevo ministro de Comunicación sea quien pide la fiscalización. Finalmente, es dinero de todos los bolivianos y es necesario saber cómo se lo destina; sobre todo cuando hay tantas necesidades por cubrir en el país.

El déficit de la balanza comercial se duplicó este año con relación al anterior. Cayó el precio de los minerales, los valores alcanzados por la venta de gas apenas crecieron; en contrapartida, aumentó la importación de combustibles y lubricantes. Desde el Ministerio de Economía dicen que aumentó la venta de productos agropecuarios y de manufactura. Y son precisamente estos los sectores que tendrían que tener incentivo, porque pueden sostener la economía y el empleo cuando la industria extractiva no está dejando los resultados esperados.

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