Opinión

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13 de enero de 2018, 21:15 PM
13 de enero de 2018, 21:15 PM

El mapa de la conflictividad abarca, con intensidad variable, a casi todas las regiones del país. Las causas principales continúan siendo el respeto a la democracia y al No contra la repostulación presidencial, a la par de la abrogación del controversial Código del Sistema Penal. La creciente protesta ciudadana se expresa en bloqueos, paros y manifestaciones que, incluso, han colocado al país en la órbita de la atención internacional. Tras la medida aplicada contundentemente y, felizmente, sin incidentes en Santa Cruz; El Alto y Cochabamba anuncian paros movilizados el lunes y martes, respectivamente. Apostando fuerte por el diálogo y haciendo a un lado a los sembradores de malos vientos, el Gobierno debe escuchar con mayor atención lo que la calle está diciendo y hacer cuanto sea necesario para  frenar la peligrosa escalada de tensiones sociales.

El gesto de sorpresa del presidente y del vicepresidente ante la interpelación pública del piloto cruceño Leonardo Martínez demandando respeto a los resultados del 21-F y a la CPE a su llegada en el rally Dakar a la sede de Gobierno, puede calificar anticipadamente como una de las imágenes más destacadas de 2018 en los resúmenes anuales de los medios de comunicación en Bolivia. Y pese al torpe ninguneo oficial del que se le hizo blanco tras su ciudadana y corajuda actitud, Martínez apunta también para ser considerado entre los ‘personajes del año’.

Un excomandante de la FAB, Celier Aparicio Arispe, fue posesionado como director interino de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), con el reto de garantizar la seguridad operacional exigida por la OACI para la prevención de incidentes y accidentes en la aeronáutica nacional. La DGAC, junto a Aasana, quedó en el ojo de la tormenta por haber autorizado la salida desde Viru Viru del fatídico vuelo 2933 de LaMia que en noviembre de 2016 se estrelló en Colombia, causando la muerte de 71 de sus setenta y siete ocupantes. Los resultados de la investigación de esa tragedia aérea están pendientes y la Dirección, ahora a cargo de Aparicio Arispe, aún debe deslindar su responsabilidad.