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14 de mayo de 2018, 4:00 AM
14 de mayo de 2018, 4:00 AM

El ministro de Economía, Mario Guillén, ha vuelto a expresar en una entrevista con EL DEBER su optimismo por el desempeño de las finanzas. La autoridad asegura que el PIB creció hasta mayo un 4,5 por ciento, lo que implica volver a pagar el doble aguinaldo. Su optimismo se basa en el aumento de los ingresos por las ventas de gas a Argentina y Brasil, en el mejoramiento de la ejecución de la inversión pública, en un incremento de las recaudaciones impositivas y en un repunte de la minería. Si se contrasta la lectura gubernamental con la de los empresarios, hay una diferencia sustancial. Los privados están, en cambio, muy preocupados por el alza de sus costos laborales y la caída de sus ingresos, desde hace al menos tres años. Como el desempeño de la economía está atado generalmente a las expectativas, en el lado empresarial no tenemos el mejor de los ambientes. Lo que hay es malestar, que solo podría despejarse con medidas reales de reactivación de la producción y de la demanda, en lugar de las que desincentivan.

Un reportaje de este diario detectó problemas en varias intersecciones de la ciudad, donde los semáforos no son respetados por los conductores. La causa es la mala educación vial de los ciudadanos, aunque también algunos sufren desajustes. Hay que insistir en la instalación de semáforos en todas las zonas, pero también en el respeto a las normas de tránsito. Corresponde entonces recuperar la intención de aplicar fotomultas.

El pacto fiscal es una deuda pendiente. No se avanzó, sobre todo por la falta de voluntad política del Gobierno que, al parecer, se siente incómodo cuando debe descentralizar los recursos. Solo el pacto fiscal atenderá el histórico problema de la falta de equidad con las regiones.

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