Opinión

Diez riesgos para 2019 según The Eurasia Group

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27 de enero de 2019, 4:00 AM
27 de enero de 2019, 4:00 AM

The Eurasia Group es una consultora de riesgo político con sede en Nueva York. Tiene sucursales en Washington, Londres, San Pablo, Tokio, San Francisco y Singapur. El Grupo Eurasia (GE) analiza riesgos políticos en diversas latitudes del globo (www.eurasiagroup.net). Cada enero el GE publica un informe sobre los 10 principales riesgos del año que se inicia, junto con otros puntos de preocupación general pero no tan sustanciales.

Los ciclos geopolíticos son lentos. Demora mucho construir un orden geopolítico determinado y lleva bastante tiempo querer derribarlo o modificarlo. Alrededor de ese orden geopolítico ‘x’ se han desarrollado instituciones, costumbres, legislación, movimientos económico-sociales, conciencia subjetiva de la población, más varios otros factores de psicología social que en conjunto brindan fuerza y estabilidad al ordenamiento establecido, además de haber sido legitimado y aceptado por la comunidad internacional. No es fácil romper un ordenamiento geopolítico en funcionamiento, salvo crisis imprevistas que patean el tablero y cambian súbitamente las cosas. En este último caso, surge de inmediato un caos temporario hasta que las aguas se calman y retorna el viejo orden, o bien comienza a surgir uno nuevo. Esta eterna dialéctica ha movido durante siglos a las sociedades establecidas. Hoy en día tenemos un proceso de erosión en marcha que aún no sabemos cómo ni de qué manera cambiará al mundo.

Lo que viene es la visión del Grupo Eurasia (GE) acerca de los diez mayores riesgos para 2019 entremezclada con algunas opiniones del suscrito. Según el GE, se ven riesgos inminentes. Así como hay minas terrestres en lugares peligrosos por donde uno debe caminar con cuidado, lo propio habrá que hacer en la esfera planetaria ya que, guste o no, algunos actores de la actual estructura mundial saldrán lastimados. Así como el cambio climático genera cambios ambientales que nos toman de sorpresa, lo propio sucede en la dinámica esfera de la política internacional y de la geopolítica. Veamos.

1) Las malas semillas.- El GE analiza aquí elementos tales como instituciones estadounidenses, el caso europeo, el sistema de alianzas múltiples, populismos y nacionalismos. Hay “malas semillas” diseminadas por el globo y que -asegura- no traerán nada bueno al madurar.

2) La relación EEUU-China.- He aquí un punto de extrema complejidad y repercusión global. La guerra comercial entre Beijing y Washington continuará, sumando a ello los riesgos de enfrentamientos navales en el Mar del Sur de la China, donde el dragón asiático está flexionando músculos mediante una armada que ya incluye un poderoso portaaviones y cuyo objetivo es neutralizar la presencia en la zona de la Séptima flota norteamericana. Hay muchos otros temas de la relación China-EEUU que podrán ser problemáticos durante 2019.

3) La cibernética y sus peligros.- Las tensiones derivadas de ataques cibernéticos preocupan y se incrementarán, forjando también tensiones de diversa índole. El cyber terrorismo podrá ingresar en una nueva dimensión.

4) Populismo europeo.- Diversas expresiones de nuevos líderes populistas crearán problemas en Europa y persistirá el drama de los refugiados. La Unión Europea (UE) enfrentará momentos críticos y lo propio sucederá con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ante la voluntad de algunos países como Francia y Alemania de tener una fuerza europea independiente, sin supervisión ni liderazgo de Estados Unidos, el caso de ahora en la alianza atlántica.

5) EEUU en lo interno.- En un año previo a las elecciones presidenciales de 2020, muchas cosas podrán cambiar dentro del país del norte en términos políticos, sociales, económicos, etc. Es un riesgo real que debe tomarse en cuenta, más allá de la histórica solidez institucional de EEUU.

6) Congelamiento en materia de innovaciones.- En el transcurso de 2018, la competencia tecnológica se complicó e inversores y mercados este año 2019 comenzarán a pagar el precio. Se marcha ahora hacia un “invierno” en materia de innovación global debido a una reducción del capital financiero y humano disponible para impulsar la próxima generación de tecnologías. El déficit tendrá importantes consecuencias. Por otro lado, preocupaciones sobre la seguridad están haciendo que los gobiernos regulen estrechamente cómo se pueden utilizar los datos de sus ciudadanos. Además, las preocupaciones económicas están imponiendo barreras nacionales para proteger las tecnologías propias contra plagiadores o espías. La fuente de problemas más inmediata será la relación entre EEUU y China. Las tensiones lastimosamente inhibirán anteriores positivas sinergias sino-americanas que permitieron desarrollar en común tecnologías de avanzada.

7) Coalición de los no dispuestos o insatisfechos.- En su época EEUU lideró el llamado consenso de Washington. Este orden ha estado erosionándose durante un par de décadas, tendencia que se hizo más evidente con la elección de Donald Trump en 2016, cuyo mensaje de campaña “América Primero”, proclamó que Estados Unidos ya no debe ejercer un rol de liderazgo para velar únicamente por su propio interés. Así como surgió un Trump, han surgido en otras partes líderes desafiantes de instituciones y de lo que representan. Y sus filas están creciendo. Sin quererlo, “The Donald” agrupó varios compañeros de viaje, líderes que no quieren defender el orden liberal mundial, algunos incluso se empeñan en derribarlo. Estos forman un conjunto variable, pero tienen cosas en común con el mandatario estadounidense. Algunos son nacionalistas que utilizaron jugadas similares a las de Trump, tales el italiano Mateo Salvini y el brasileño Jair Bolsonaro.

8) México.- El presidente Obrador es aún una incógnita, no se sabe cómo enfrentará los temas del narcotráfico, la violencia organizada y la difícil relación con Estados Unidos, incluyendo asuntos candentes como el pretendido muro exigido por Trump y el dramático asunto de la inmigración. México es prioridad número uno para Washington en materia de seguridad nacional; lo que suceda de ambos lados del Río Grande repercutirá en el marco de un histórico vínculo bilateral que ha generado muchas reverberaciones positivas y negativas.

9) Ucrania.- Si la OTAN persiste en su política de molestar a Rusia dentro del espacio post soviético -que Moscú considera es su área natural de influencia geopolítica- surgirán nuevos problemas, no descartándose inclusive la partición de Ucrania en dos partes, una pro europea con sede en Kiev y la otra pro rusa con sede en el centro industrial de Donetsk. 2019 promete ser un año tenso en ese lugar del mundo debido al imprudente acoso de la alianza atlántica ante Moscú.

10) Nigeria.- El país más poblado de África enfrentará numerosas situaciones conflictivas tales como la presencia de los terroristas del Boko Haram, potenciales brotes separatistas y procesos electorales plagados de irregularidades. Por su enorme cantidad de habitantes y posición geográfica, Nigeria tiene la capacidad de expandir sus problemas hacia otras áreas conflictivas del continente negro.

El resto.- Otros asuntos que surgirán en 2019 y que podrían tener consecuencias o repercusiones son: el desenlace final del Brexit, la generación de una potencial dictadura en Brasil; mayores tensiones entre Arabia Saudita e Irán; Siria, los kurdos, Turquía y el ISIS; la larga lucha por el reconocimiento de Israel y la paz en el Medio Oriente; crisis políticas en Cuba, Venezuela y Nicaragua; discutibles elecciones en Bolivia y temas diversos adicionales. Además y para concluir -esto es importante- creo que se percibirá un estrechamiento de los vínculos ruso-chinos con el fin de unir acciones que les permitan -eventualmente- enfrentarse como aliados en niveles comerciales, tecnológicos y hasta militares con EEUU. Los meses venideros brindarán respuestas para este y algunos de los puntos señalados.

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